Sinceramente yo no tenia la intención de ver esta película cuando vi los cortos. Sin embargo, me sorprendió cuando muchos de mis amigos de Facebook estaban realmente emocionados con verla.
Basada en la serie amimada del mismo nombre, la película sigue la historia de tres amigos adolescentes (Eren, Mikasa y Armin) que viven en un mundo distópico y lo que queda de la humanidad ha sido confinada dentro de una enorme ciudad amurallada. Los muros fueron construidos para proteger las civilizaciones de enormes monstruos llamados Titanes, los cuales comían seres humanos. Ese ha sido el status quo durante 100 años, hasta que un día un gigantesco Titán de repente apareció y hizo un agujero a través de la muralla y gigantes humanoides sedientos de sangre entraron y destrozaron la ciudad. Los jovenes experimentaron de primera mano el horror de este nuevo ataque, y dos años más tarde cuando se convierten en soldados para luchar una batalla imposible contra los gigantes monstruos.
La película se sintió como una versión japonesa de Hunger Games mezclada con Maze Runner. Los efectos especiales de los Titanes eran bastante crudos y poco llamativos. Tuve un perverso sentido de emoción al ver a los Titanes comiendo y desmembrando a los seres humanos, pero esto finalmente se disipó después de presenciar los primeros bocados. Ademas, el ritmo de la narración se estancó en un punto de tal manera que la película se volvió monótona para ver. No fue hasta que la acción volvió en la batalla final que la película se convirtió verdaderamente emocionante. La forma en que los personajes principales fueron retratados era un poco antipático, especialmente para Eren y Mikasa ya que algo se sentía fuera de sus caracterizaciones. En resumen, la historia pudo ser interesante, pero la ejecución no fue del todo satisfactoria.
Puntuación: 2 alcapurrias y media mordida.
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