Saturday, January 6, 2018
Review: Battle Of The Sexes
A principios de la década de 1970, la campeona de tenis Billie Jean King (Emma Stone) se preparaba para hacerse cargo del mundo deportivo a nivel profesional, solo para verse obstaculizada por la falta de igualdad con el dinero en efectivo y otras comodidades ofrecidas a sus contemporáneos masculinos. Aprovechando la oportunidad con su manager Gladys (Sarah Silverman), King y otras jugadoras establecen la Asociación de Tenis Femenino, permitiéndose una oportunidad de jugar con dinero de patrocinio, construyendo un futuro para las jugadoras. En el camino, Billie, casada con Larry (Austin Stowell), se encuentra con la estilista Marilyn (Andrea Riseborough), confrontando sus sentimientos lésbicos y comenzando una aventura secreta. En Los Angeles, el campeón de tenis y retirado, Bobby Riggs (Steve Carell) intentando esconder de su esposa Priscilla (Elisabeth Shue) su adicción a las apuestas, despierta la idea de un combate de "La Batalla de los Sexos" para probar las habilidades de King, imaginando una victoria fácil. King, sintiendo la oportunidad de probarse a sí misma y la independencia de su género, se propone callar a Riggs, aceptando a un partido público y televisado.
Battle Of The Sexes es un recuento del famoso partido de tenis de 1973 entre Billie Jean King, de 29 años, y Bobby Riggs, de 55 años. Fue el partido que desató el movimiento de las mujeres en el deporte y plantó el estatus de King como la mejor jugadora de tenis en el mundo. En la película se es testigo del viaje personal que ella realizó mientras luchaba por la igualdad de derechos en los deportes y la sociedad. Emma Stone interpreta a Billie Jean King como una oportunista tímida y reservada que busca sacar lo mejor de su situación actual. Ella es una verdadera pionera que está impulsando la igualdad de derechos para las mujeres en los deportes. Steve Carell como Bobby Riggs no podría ser más contrario a King. Es un campeón de tenis retirado que no puede dejar de apostar, lo que frustra a su esposa hasta el punto de no volver atrás. También es un machista que cree en la superioridad de los hombres y en cómo las mujeres deben permanecer en la cocina y en la cama. Todos estos eventos dan paso a una gran batalla entre personalidades y polos opuestos.
La película sigue los viajes paralelos que King y Riggs realizan para llegar a su famoso combate. King se esfuerza por ganar el mismo salario para las jugadoras de tenis, lo que finalmente lleva a la creación de su propia liga de tenis femenina. Mientras viaja para los partidos, descubre su homosexualidad con su estilista Marilyn y está dividida entre sus nuevos deseos y la vida que ya tiene con su esposo Larry. Mientras tanto, Riggs está estancado en una crisis y siente que su vida ha estado algo apagada desde que se retiró. Está pasando su tiempo jugando y apostando mientras planea un regreso importante al mundo del tenis. Eventualmente, sus caminos se cruzan, dando paso a uno de los eventos deportivos más grandes e importantes de la historia.
Con un tiempo de duración de 2 horas y 1 minuto, la película construye muy bien la historia de King y Riggs. Es interesante ver cómo se desarrollan sus historias, pero es demasiado latosa y lenta en las partes centrales justo antes del partido final y compartiendo el tiempo en pantalla también es muy desequilibrado para King, mientras que Riggs se trata casi como un personaje secundario durante la primera hora. Los directores Jonathan Dayton y Valerie Faris usan sus habilidades para crear una película personal y emocional. El tono de la película es bastante alegre y nunca se toma demasiado en serio la situación de igualdad de derechos entre géneros.
Al ser rodada al estilo de las películas de los años 70, la hace que se sienta más cerca a un documental de televisión que una producción de Hollywood. Hay imágenes granuladas y tomas fuera de balance que hacen que la película se sienta más auténtica y basada en la realidad. El famoso partido se recrea con detalles deslumbrantes y es lo más que se destaca en la película. La actuaciones son lo que más sobresale de la película, ya que Emma Stone y Steve Carell hacen un trabajo excepcional interpretando a los jugadores de tenis. Sarah Silverman también brilla, en el poco tiempo que tiene, como la ruda y segura manager, Gladys. Andrea Riseborough es muy buena como la amante de King que saca a relucir sus secretos ocultos y es la principal contribuyente en el desarrollo de la trama emocional. Bill Pullman es la única persona que no sobresale mucho con su papel, ya que su personaje de jefe sexista es muy unidimensional y casi caricaturesco.
En general, esta es otra de esas historias que es tan importante ahora como lo fue hace casi cuarenta y cinco años, ya que trata sobre la igualdad, el superar barreras, y simplemente sentirte bien por como eres. Al final, Battle Of The Sexes es una película deportiva sumamente bien actuada y edificante que sufre de ser demasiado lenta a veces y demasiado larga. No funciona tan bien como debería, pero es lo suficientemente agradable para clasificarla entre las mejores películas de deportes, y definitivamente la mejor película en el tema del tenis.
Puntuación: 4 alcapurrias.
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