En 1906, Eric Price (Jason Clarke) es un médico encaprichado con los misterios de la mente, pero también está de luto por la pérdida repentina de su esposa, convirtiéndose en un adicto al láudano para lidiar con su vida. Sus servicios son comprados por el Winchester Rifle Company, cuyos representantes corporativos buscan sacar del poder a la viuda del fundador, Sarah (Helen Mirren), a través de un examen profesional. Al mudarse al Winchester Estate por unos días para analizar a Sarah, Eric se enfrenta a una enorme casa que se encuentra en un estado permanente de expansión y remodelación, convirtiéndose en un laberinto de fuerzas sobrenaturales que se encuentran dentro. Mientras que la sobrina de Sarah, Marion (Sarah Snook), intenta seguir siendo una voz de razón, su hijo, Henry (Finn Scicluna-O'Prey), ha sido semi poseído por un fantasma malévolo, poniendo a Eric en un estado de tensión mientras intenta enfocarse en su trabajo, solo para ser absorbido por los secretos de la propiedad y la posible locura de Sarah, sin saber cómo procesar tales descubrimientos.
El horror gótico sobrenatural hoy en día es un género de bajo prestigio y una plataforma arriesgada para usar en un tema polémico como el del control de armas. Se necesita un cineasta valiente para implicar una culpabilidad moral para cualquiera que haga instrumentos de muerte. Para comprender el mensaje de esta historia de terror poco notable pero bien ejecutada de principios del siglo XX, se debe tener en cuenta que la Winchester Repeating Arms Company era y sigue siendo uno de los mayores fabricantes de armas del mundo. También ayuda a comprender el impacto que tiene un arma de acción rápida con palanca cuando se enfrenta a armas de fuego antiguas. La Winchester fue la responsable de la carnicería en la Guerra Civil, y como el ahora AR-15, fue la máquina de matar más letal de su tiempo.
La heredera de la compañía, Sarah Winchester es un alma profundamente atribulada. Ella cree que su masiva y extensa mansión está embrujada y maldita por el fantasma de cada persona muerta por un arma Winchester. Ella obsesivamente agrega una nueva habitación en la mansión para cada fantasma, mientras que la junta directiva de la Winchester Company quiere investigar si realmente esta loca para obtener y tener el control de su 51% sobre la compañía. Ellos contratan a Eric Price para fabricar un informe sobre su estado mental, sabiendo que es un médico con un problema de drogas y muy endeudado. Mientras Price pasa tiempo en la mansión, descubre más de lo que el esperaba.
Para ser una historia de horror, hay poca originalidad narrativa y los clichés de fantasmas son abundantes. El diseño del escenario se basa en una reproducción fantásticamente ornamentada de lo que hoy se llama el Winchester Mystery House, una popular atracción turística en San José, California. La actriz británica Helen Mirren es una extraña elección para una heredera estadounidense, pero su actuación es impecable como una mujer reclusa cargada de dolor, culpa y lo sobrenatural. Jason Clarke es bastante bueno como un médico que lucha por recuperarse de la trágica pérdida de su familia. Todos los ingredientes correctos están presentes en lo que es posiblemente una película sólida de clase B.
Entonces, que es lo hace que esta película sea diferente? Hay un momento de reconocimiento en el comienzo de la película, cuando se hace evidente el paralelo con el debate actual sobre el control de armas. Eso no quiere decir que sea obvio, pero muchos espectadores lo verán como una simple historia de horror. Los realizadores no dan sermones ni señalan abiertamente, pero la noción de que hay o debería haber una rendición de cuentas morales de cada fabricante de armas por cada muerte provocada por su trabajo será un desafío para muchos. Si eso es así, este horror ordinario se eleva más allá de lo que propone.
En general, no es una película sumamente aterradora, pero tiene una muy buena pieza de narración que la mayoría de las películas de horror de hoy en día. El desarrollo de personajes sólidos y un giro en la trama ayuda a dar vida a esta retorcida y semi entretenida película. Creo que la película necesitaba mas amplificación para impulsar las cosas, principalmente en la historia y la integración de los personajes. Al final, Winchester es una buena película de horror, pero no supo aprovechar y capitalizar los fantasmas de la mansión para proporcionar todos los sustos, lo cual cae víctima de las tácticas fallidas de los saltos espontáneos de miedo. Si hubieran integrado y indagado aún más en todas las historias de los personajes, quizás esto podría haber sido una película de terror de mayor calidad.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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