Friday, July 5, 2019
Review: Anna
Anna Poliatova (Sasha Luss) es descubierta vendiendo muñecas rusas en un mercado al aire libre para luego convertirse en una modelo exitosa. Pero, como uno de sus pretendientes descubre demasiado tarde, también es una asesina altamente entrenada para la KGB. La historia de Anna se mueve hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, cubriendo sus humildes comienzos como la miserable novia de un ladrón y su reclutamiento inicial por Alex Tchenkov (Luke Evans), con quien forma un vínculo romántico. Su primera misión sale mal, pero su superior, Olga (Helen Mirren), bajo protesta, decide darle una segunda oportunidad. Anna también se cruza en su camino con el agente estadounidense de la CIA Lenny Miller (Cillian Murphy), lo que de nuevo cambia su destino. Pero sobre todo, Anna solo quiere liberarse de la vida de asesina, lo que la lleva a diseñar un plan extremadamente inteligente para que eso suceda.
Realmente quería que me gustara Anna, de verdad. Luc Besson es uno de mis muchos cineastas favoritos, a pesar de sus debilidades como narrador de historias, insensibilidad cultural y su inclinación por escoger a supermodelos que no pueden actuar en papeles principales. Un momento... pueden ser esas las razones por las que la mayoría de sus películas me gustan? Besson ha estado haciendo lo mismo durante tantos años que sorprende cuando hace algo diferente. Por desgracia, Anna no es diferente, es lo mismo. Lo mismo que numerosas películas de asesinas de mujeres que ha hecho en un intento de recuperar lo que encontró con su icónica La Femme Nikita (1990), y luego redescubrió momentáneamente con Lucy (2014).
En cierta manera existe una reacción visceral al ver a una mujer sexy, y asesina, luchar su camino a través de un grupo de hombres armados. Pero eso es algo fugaz si no hay nada llamativo en la historia. Es una idea de Besson sobre el empoderamiento femenino, supongo, aunque la forma en que la cámara se apoya en su musa, en este caso la supermodelo rusa Sasha Luss, se acerca mucho más a la objetivación. Luss, quien Besson descubrió y dio un pequeño papel en su mega desastre de taquilla Valerian And The City Of A Thousand Planets (2017), interpreta a la drogadicta titular, cuyas habilidades analíticas, calma bajo presión y absoluta desesperación la convierten en la perfecta recluta de la KGB. Estas películas siempre comienzan con la mujer en cuestión siendo una adicta a las drogas o una prostituta, por lo que puede ser rescatada, convertirse y tener una vida de asesina a sueldo, lo que parece ser una mejora a su situación anterior.
Para beneficio de la película, la trama se cambia un poco, ya que Anna está atrapada en una guerra entre agencias gubernamentales de espionaje en 1990. Reclutada por un espía de la KGB llamado Alex, a Anna se le da la opción de servir a su país o seguir viviendo en la miseria. Ella procede a cortarse las venas en lugar de tomar una decisión, esto es seguido de una conversación graciosa mientras ella se desangra. Alex la conquista, eventualmente, y en poco tiempo ella está en París haciéndose pasar por una supermodelo mientras trabaja para un grupo de asesinos rusos liderado por la asesina Olga, interpretada por la gran Helen Mirren. Por supuesto, siendo esto una película de Luc Besson, tiene una cierta idea
despectiva de la CIA, dirigida por un aburrido Cillian Murphy, que aparece y hace que la vida de Anna se vuelva muy complicada.
Entonces... Anna es otra más en una larga línea de bellezas esculturales con una puntería mortal. Y Anna mata a muchos hombres, por lo general con cualquier fondo musical que Besson considere apropiado para la era. Incluso usando Need You Tonight de INXS durante una secuencia, haciéndola una elección bastante extraña. Sin embargo, si desean una dosis de She Drives Me Crazy de Fine Young Cannibals o Pump Up The Jam de Technotronic, lo obtendrán aquí. No hay nada aquí que mantenga a uno atrapado en el suspenso. Hay demasiados saltos en la cronología para explicar los giros principales de la trama, lo que puede parecer una buena idea al principio, hasta que uno se da cuenta de que realmente no significa nada ni aporta a la historia. Si se hubiera usado con moderación sería otra cosa, pero rápidamente se convierte en un soporte narrativo en la que Besson se apoyó durante toda la película.
Las escenas de acción son bastante estándar y no están a la par con las de John Wick o las de Lorraine Broughton (Atomic Blonde, 2017). Besson no ha mejorado sus técnicas en lo más mínimo, y no considero a Luss responsable de las simples coreografías de las peleas. Ella en realidad tiene una buena cantidad de carisma, atletismo, y no es tan mala como actriz. Pero esto es un guión de Besson, y por desgracia no ha podido crear otra superestrella desde Milla Jovovich en The Fifth Element (1997). Sus personajes femeninos son recipientes vacíos, y tristemente él solo ve a las mujeres como seductoras u objetos de deseo. El personaje de Helen Mirren lo expone explícitamente en un punto, y dice que Anna es "útil como una trampa de miel". Es como si Besson estuviera hablando a través de ella. Yo diría que Luss se merece algo mucho mejor, y tal vez en una futura película lo consiga. Si Luc Besson viene llamando a proponer una secuela, ella debería negarse rotundamente.
En general, la película afirma que tiene lugar a finales de los años 80 y en 1990, pero nunca obtuve un sentido de autenticidad. Por otra parte, la película salta tanto en el tiempo que se vuelve un poco molestoso. Si esto hubiera tenido lugar durante la guerra fría de los años 80, hubiese sido divertido ver cómo se percibían los rusos y los estadounidenses en comparación con la situación actual. Pero no sucede. Luc Besson hizo muchas películas icónicas a principios de su carrera, y al ver que se unió con su compositor (Eric Sera) y director de fotografía (Thierry Arbogast), esperaba que Anna fuera un homenaje a sus películas más antiguas. Si Anna tuviera una mejor estructura de trama o incluso mejores secuencias de acción, podría vendersela, pero lamentablemente no puedo. Al final, Anna es un desastre, lo que es una pena porque pudo ser una B-movie de acción bastante divertida. La trama está por todas partes y, a menudo, es difícil entender de qué trata realmente la historia. La película hace un montón en interpretar una secuencia con la esperanza de desarrollar la historia, pero lamentablemente solo se repite más tarde para mostrar lo que realmente sucedió.
Puntuación: 1 alcapurria.
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