Sunday, April 19, 2020

Review: The Lighthouse



Es la década de 1890, el trabajo es duro y el clima es húmedo y gris. Ephraim Winslow (Robert Pattinson) llega para trabajar como asistente en un faro, trabajando con el viejo y amargado marinero Thomas Wake (Willem Dafoe). Wake trata a Winslow sin piedad durante el día, pero por la noche, habla y trata de llenarlo con licor, para que se relaje. Al principio, Winslow no bebe, pero en poco tiempo comienza a hacerlo. Pronto, cosas extrañas comienzan a suceder en el faro. Winslow se cruza con una gaviota, a la cual mata, trayendo malos augurios como visiones de tentáculos retorcidos y una sirena en la playa. Al una tormenta aparentemente interminable azotar el faro, Winslow poco a poco comienza a enloquecer mientras se obsesiona con descubrir por qué Wake nunca lo deja entrar a la parte superior del faro.

Si hay algo que aprender tanto de la encantadora The Witch (2015) como de esta nueva película del director Robert Eggers, es que no parece importarle especialmente si entienden todo lo que dicen sus personajes. The Witch se estableció en New England en los 1600 y mantuvo fielmente el difícil dialecto y la dicción del período. The Lighthouse nos presenta a dos marineros a fines del siglo XIX con las jergas náuticas confusas de la época para que todo coincida. Definitivamente ha sido una elección audaz de parte del director ya que refleja su espíritu intrépido y que claramente quiere demostrar algo.

La belleza de esta nueva película de Eggers es cómo toma todo y lo lleva febrilmente a su sorprendente realización: pon a Willem Dafoe y Robert Pattinson en una isla juntos, cúbrelos con sucio, mugre y agua salada, hazlos que se vuelvan locos, ponlos en blanco y negro, y haz que Dafoe se tire muchos pedos. Es una premisa maravillosamente maníaca y una que está meticulosamente diseñada para enviar a uno por el agujero de la locura con los dos actores, cada uno de los cuales está extremadamente comprometido a dar un par de actuaciones desquiciadas. Es un placer observar cómo se desarrollan estos dos artistas y verlos cambiar en momentos de amistad genuina a estar al borde de matarse.

Siendo Dafoe y Pattinson los únicos dos actores en toda la película (literalmente), The Lighthouse captura la locura de sus personajes con detalles asombrosamente hermosos. La fotografía nítida en blanco y negro es asombrosa (me recordó a una película de fantasmas). Inteligentemente, te permite vivir en la isla con estos personajes durante un tiempo considerable antes de que las cosas se vuelvan totalmente locas, lo que hace que uno se pregunte... a qué se dedica exactamente esta película durante los primeros 45 minutos más o menos? Es un comienzo extremadamente lento, pero a mitad de camino la película cambia a medida que las tensiones aumentan con el movimiento de cada personaje y de los elementos naturales que enfrentan, ya que son más impredecibles que el anterior. La película golpea con tantas instancias de locura climática seguida que una pausa de regreso a la realidad nunca queda clara para uno como espectador, al igual que para los personajes, y no se sabe que es real y que no es.

El formato de la pantalla en 1.19: 1 también es notable, un método efectivo para atrapar visualmente al espectador en el espacio claustrofóbico con los personajes. También es de particular interés el diseño de sonido, específicamente el ruido de la sirena de niebla que se escucha en toda la película, y que podría ser difícil de soportar para muchas personas, junto con el constante graznido de gaviotas y tonos musicales misteriosos que impregnan gran parte de su tiempo de duración. Todos estos elementos combinados crean cierta sobrecarga sensorial y una sensación aterradora y real de manía psicótica que impregnan la percepción de la película misma. Cuando el personaje de Robert Pattinson comienza a sospechar que algo sobrenatural puede estar pasando, se dan pocas razones para no creer que sea así.

En general, algunos pueden encontrar esto como un simple ejercicio para crear una película de ilusión aterradora. Ese argumento es sólido y puede tener algo de verdad, pero no se puede evitar quedar hipnotizado por los placeres trastornados que se ven aquí. Es como una antigua leyenda popular urbana sobre dos hombres trabajando en un faro que se volvieron locos y que cobró vida con detalles vívidos, gloriosos y a veces gráficos. Cuando Willem Dafoe y Robert Pattinson se toman de las manos bailando alrededor de la cocina cantando canciones y bebiendo hasta morir, te das cuenta de que no te importa porque es todo parte de la locura. Al final, The Lighthouse, sin duda, es una película poco convencional y extraña, ya que le da al espectador nada más que dos hombres en un solo lugar. La actuación de Willem Dafoe es realmente uno los aspectos más fuertes de la película. Sus frases aterradoras, sus expresiones faciales, y el nivel de compromiso con su personaje son insuperables. Pero no se equivoquen, Robert Pattinson también hace un papel espectacular. Sin embargo, para mí, Dafoe es el que verdaderamente brilla aquí. Sin duda, es un trabajo único y una de las mejores películas de terror psicológico de los últimos tiempos. No diría que es una obra maestra debido a algunos problemas de ritmo y ciertos eventos que se sienten sin sentido y repetitivos, pero aún así vale la pena verla... si tienen paciencia.

Puntuación: 4 alcapurrias.

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