Sunday, February 14, 2016
Review: Deadpool
Wade Wilson (Ryan Reynolds) es un ex mercenario de las fuerzas especiales que pasa su tiempo protegiendo a chicas adolescentes de acosadores. Al conocer a Vanessa (Morena Baccarin), su vida empieza a cambiar de forma positiva hasta que se desmaya una noche y es diagnosticado con cáncer terminal. Con el temor de perder Vanessa, Wade comienza a buscar y explorar alternativas para una cura hasta que conoce a un misterioso reclutador (Jed Rees) que le ofrece a Wade unirse a su organización y a la vez tentándolo con una cura para su cáncer. Wade acepta, pero más tarde se encuentra terriblemente mutilado a manos de Ajax aka Francis Freeman (Ed Skrein) y Angel Dust (Gina Carano) y más tarde es dejado por muerto. Aconsejado por su amigo Weasel (T. J. Miller), Wade adopta una nueva identidad como el vigilante enmascarado Deadpool y jura venganza sobre Ajax y su organización mientras que en el camino los X-Men Colossus (Stefan Kapicic) y Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand) se unen a Deadpool para capturar a Ajax.
Basado en el personaje de Marvel Comics del mismo nombre la película sigue a Wade Wilson, quién después de haber sido sometido a un experimento que lo deja con nuevas habilidades persigue al hombre que casi destruyó su vida.
La primera cosa que noté fue la inventiva de la narración. Usando una manera de contar la historia de orígen similar a Man Of Steel, la película tiene un balance entre la historia del origen del superhéroe y su misión para acabar con el villano. La película tiene acción desde el primer momento (literalmente el primer momento) y luego va y viene en formas brillantes e inesperadas para contar lentamente la historia de este loco, pero extrañamente encantador, antihéroe. El vaivén de flashbacks a veces puede molestar, pero cuando se hace bien puede contribuir a que una historia un tanto simple sea innovadora y emocionante. Y eso es exactamente cómo se sentía Deadpool para mí desde el principio, como película fresca (aunque algo sucia) llena de energía. La acción en sí está muy bien diseñada y emplea elementos visuales utilizando prácticamente todas las técnicas de cámara disponibles. Nunca se siente repetitiva y el ritmo de la película es casi cercana a la perfección.
La historia de amor en esta película es probablemente la más sincera que he visto en una película de superhéroes y le da a la película un fuerte núcleo emocional que muchas de estas películas carecen. El humor también funciona sorprendentemente bien. No cada línea o cada broma le llega a uno pero esa es la belleza de este personaje. Deadpool no es un comediante cuyos chistes necesitan llegarle a uno, simplemente es un loco y la comedia en su caso nace de la tragedia.
Los chistes están muy bien situados y son una delicia para ver, sobre todo la ridícula cantidad de malas palabras. Acerca de los X-Men, el propio Deadpool hace una broma acerca de que el estudio no le pudo pagar a los otros miembros de los X-Men, dando espacio a un Colossus de CGI y a Negasonic Teenage Warhead. Ambos realizan grandes escenas de acción y sirven como soporte para Deadpool. La película hace bromas todo el tiempo y en especial hace referencias cómicas a la cultura pop, el universo de los X-Men, las películas de superhéroes en general e incluso el propio Ryan Reynolds. La película cuenta incluso con una escena al final de los créditos que vale la pena la esperarla.
En general, Deadpool es sin duda la mejor adaptación de comic a película que he visto al día de hoy. Es tan cercano al material del comic que cualquier fan de Deadpool le encantará esta película. Además, esta no es una película de superhéroes común y corriente a la que se esta acostumbrado a ver. Contiene sexo, desnudos, violencia, chistes sucios y más violencia. En pocas palabras... es una película hecha por fans, para los fans.
Puntuación: 4 alcapurrias y media mordida.
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