Ben Cahill (Josh Duhamel) es un prometedor abogado de New Orleans que está preocupado por su esposa, Charlotte (Alice Eve), una enfermera que recientemente sufrió un aborto involuntario y ahora parece estar canalizando su dolor en su adicción al trabajo. Ben también está gastando más tiempo en su puesto de trabajo que puede ser bueno para su relación. Pero eso no quiere decir que no se siente rechazado cuando se le acerca Emily (Malin Akerman), una hermosa ex novia. Sin embargo, Emily le ofrece algo que sin duda es más valioso que un encuentro sexual: archivos incriminatorios robados de una computadora de su amante Arthur Denning (Anthony Hopkins), un billonario propietario de una compañía farmacéutica cuyo último producto ha causado cientos de muertes y cuyos errores del pasado lo han convertido en una bestia negra para el jefe de Ben, Charles Abrams (Al Pacino), cuya firma nunca ha logrado una solución y un acuerdo con Denning, hasta ahora.
Al ver por primera vez el elenco de Al Pacino, Anthony Hopkins y Josh Duhamel uno puede esperar un thriller intenso, sin embargo, es un drama criminal potencialmente prometedor que dolorosamente se convierte en una película lenta. La película está llena de nombres famosos como Malin Akerman, Alice Eve, Julia Stiles, Byung-hun Lee y Glen Powell, sin embargo, sus actuaciones y rendimiento son incompatibles. Pacino y Hopkins actuaron muy bien y sólo comparten una escena juntos de tres minutos. Duhamel se ve decente para un papel principal, aunque no tiene el porte o el sentido de urgencia cuando los momentos lo requieren. La química entre él y los veteranos Al Pacino y Anthony Hopkins es inestable.
Hay algunos buenos momentos emocionantes, pero también hay momentos irónicamente tontos. Los personajes femeninos comparten el mismo destino de incompatibilidad. Julia Stiles aparece demasiado engreída como para ser una agente. Malin Akerman y Alice Eve aparentemente están atrapadas en un triángulo de amor, y no son buenas en eso. Se aprecia el intento de mostrar el libertinaje, sin embargo, no hay apenas ninguna pasión involucrada. Byung-hun Lee hace un papel secundario, y causa intriga cuando hace una entrada, sin embargo, su personaje se siente poco utilizado y sólo sirve como un matón glorificado. Cuando todos interactúan crea un enredo en la trama.
En general, Misconduct tiene una muy buena cinematografía y una orientación clara para retratar vicios como la avaricia y la lujuria, sin embargo, la trama cambia significativamente entre los personajes que en última instancia la película se convierte un poco superficial.
Puntuación: 2 alcapurrias.
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