The Conjuring 2 gira en torno a un incidente de la vida real conocido como The Enfield Poltergeist, un caso extremadamente bien documentado de un supuesto fantasma que aterrorizó a la familia Hodgson del norte de Londres de 1977 a 1979 y que poseyó a la niña de 11 años Janet Hodgson (Madison Wolfe). Los cazadores de demonios Ed (Patrick Wilson) y Lorraine Warren (Vera Farmiga) estaban investigando el famoso caso de Amityville cuando durante el curso de la investigación Lorraine encuentra por primera vez la presencia infernal que la perseguirá a ella durante los próximos años. Temiendo por su vida, ella le pide a su marido suspender cualquier futuras investigaciones paranormales, a lo cual el accede. Eso es hasta que un sacerdote llega para darles su próxima misión: viajar a Londres y confirmar la veracidad de un informe sobre un demonio inquietante.
En primer lugar, la pregunta más importante: da miedo? Al nivel de saltar del asiento o de estar comiendose las uñas del miedo? La respuesta es... sí. The Conjuring 2 utiliza el terror infantil universal del miedo a la oscuridad y algunos de sus momentos más simples son eficaces gracias a el diseño de sonido hábilmente ejecutado junto con cinematografía sombría. Con esta entrega, las películas de Conjuring pueden haber superado a The Exorcist como la más cristiana de las franquicias de terror.
En cuestión de las actuaciones, tanto Farmiga y Wilson se les da su oportunidad de brillar en una película espeluznante. Farmiga al principio de la película y Wilson más tarde. Sin embargo, mientras que los dos están en un modo convincente de guerreros espirituales, la decisión del director James Wan de presentar el romance entre los dos no funciona bien. Sabíamos que los Warren eran una pareja felizmente casada en la primera película, pero tenerlos a cada uno de forma individual contando la historia de su amor paranormal parece un poco extraño.
La película es de más de dos horas de duración, permitiendo así muchos momentos de miedo. Y aunque cada escena inquietante puede ser extremadamente intensa e impactante, llega un momento que la película empieza a perder impulso. Así que la confrontación final, cuando llega, es un alivio en más de un sentido. El largo tiempo de ejecución también permite a Wan pensar demasiado su demonología: el villano principal, una monja infernal y una apropiada pesadilla, es una reminiscencia de la Bride In Black de la propia Insidious de Wan. Lo que es menos convincente es la aparición de el
Crooked Man, un espantapájaros monstruoso de un libro de cuentos que comienza a difundir el caos a un nivel Babadook-esco que asume una forma que es familiar para los Hodgsons.
The Conjuring 2 es un excelente ejemplo de lo que más secuelas deben aspirar a ser. Es una película inquietante perfectamente ejecutada que se sumerge bajo la superficie para explorar temas de la visión, la creencia y la fe. The Conjuring 2 en mi opinión es una película mucho mejor que la primera. Es difícil de ver y oír y la película no es apta para corazones y mentes débiles. En general... es un clásico instantáneo.
Puntuación: 4 alcapurrias.
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