Thursday, February 16, 2017
Review: Moonlight
Se presentan tres períodos de tiempo (infancia, adolescencia y adultez) en la vida de Chiron. Cuando niño, Chiron vive con su madre, Paula (Naomie Harris), en un vecindario de Miami. Chiron es un niño tímido y retirado debido en gran parte a su pequeño tamaño y siendo descuidado por su madre, que está más preocupada por conseguir sus drogas y satisfacer sus necesidades carnales que cuidar de él. Debido a estas circunstacias, Chiron es intimidado y no sabe o entiende que los insultos lanzados a él están destinados a ser perjudiciales. Además de su amigo Kevin, a Chiron se le da la poca guía que tiene en la vida gracias a un narcotraficante del barrio llamado Juan (Mahershala Ali) y su cuidadosa novia Teresa (Janelle Monáe), cuya casa actúa como un santuario lejos del abuso de su madre. Con esta infancia como base, Chiron puede tener un camino predeterminado en la vida, uno que sólo se ampliará en términos de sus problemas cuando llegue a su adolescencia cuando la presión de los compañeros afecta lo que él y muchos de sus compañeros hacen, a menos que siga los consejos de Juan de realmente tomar sus propias decisiones por sí mismo.
Quienes somos? Somos quienes queremos ser? O somos la suma de lo que otras personas quieren que seamos? Mientras escribo estas preguntas, puedo sentir lo pretenciosas que son. Pero, créanme, Moonlight se las arregla para hacer estas preguntas y mucho más de las formas más simples y más profunda sin que jamás parezcan pretenciosas.
Moonlight es la historia de un hombre homosexual negro en Miami que está dividida en tres partes: la infancia, la adolescencia y la adultez. Cada segmento se centra en la relación del personaje central con los personajes que influyen en sus decisiones y en su carácter en la vida. El guión, los personajes y las actuaciones en Moonlight son igualmente inmersivas como su música y sus visuales. El guión es prácticamente impecable y la estructura de la película es maravillosa con cada segmento siguiendo un camino establecido que le da al personaje central un carácter completamente natural. La narración visual y las emociones son aún más impresionantes. Añadiendole enormemente emociones al personaje le permite que los pequeños trozos de diálogo lleven más peso.
Los tres actores que interpretan al protagonista central en diferentes edades (Alex R. Hibbert, Ashton Sanders, Trevante Rhodes) son todos fantásticos y presentan la soledad del carácter central a través de sus ojos y lenguaje corporal. Todos los actores secundarios son una parte integrante, ya que cada uno de ellos añade otra capa a la película y al viaje del personaje central. André Holland y Mahershala Ali son especialmente memorables en sus actuaciones ya que agregan un humor inmenso y emotividad a la historia. El nombre para recordar después de ver Moonlight es Barry Jenkins. La dirección sutil de Jenkins, y la habilidad de integrar toda esa gama visual con la narración es verdaderamente magistral. El hecho de que Jenkins pueda invocar una emoción y hacer que uno reflexione sobre su vida es verdaderamente un logro.
Lo interesante sobre esta película es que merece aclamación por ser sumamente abierta respecto al tema que presenta y lucha contra la categorización directa. Al final, Moonlight es mucho más que una película sobre un hombre que crece homosexual y su lucha por encontrarse en la vida mientras experimenta el éxtasis, el dolor y la belleza de enamorarse mientras lucha con su propia sexualidad. Se trata de superar las adversidades y, a pesar de ser un producto del entorno, averiguar quién quieres llegar a ser. La identidad toma tiempo para descubrirse, y eso es algo que cualquiera puede relacionarse.
Puntuación: 4 alcapurrias y media mordida.
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