Un ambicioso asistente de una gigantesca firma financiera, Lockhart (Dane DeHaan), es seleccionado para una misión de recuperación, viajando a Suiza para encontrar un socio desaparecido para una futura fusión. Haciendo su camino a un castillo en las montañas, Lockhart es presentado a una clínica de bienestar para clientes ancianos que se especializa en tratamientos de agua supervisado por el Dr. Volmer (Jason Isaacs), que confía en los poderes curativos de un acuífero situado profundamente debajo del castillo. Incapaz de lograr resultados rápidos, Lockhart se va sólo para sufrir un accidente de auto. Despertando tres días después, se ha convertido en un paciente, atrapado en una instalación que nace de un pasado oscuro y lleno de tratamientos amenazadores. Tras aceptar las recomendaciones de Volmer, Lockhart espera superar a sus anfitriones y reclamar a su hombre, pero poco a poco aprende los macabros secretos del castillo, tratando de hacer una conexión con la hija de Volmer, Hannah (Mia Goth), la única otra persona joven en la instalación.
Mezclando elementos de The Shining de Stanley Kubrick y de Shutter Island de Martin Scorcese, el director Gore Verbinski se aventura en un territorio mucho más oscuro y menos familiar. Realizando una mirada espeluznante y torcida en la corrupción moral en el campo de la medicina, esta pieza de horror gótico coloca al actor Dane DeHaan en una batalla viciosa por la supervivencia contra los secretos implacables de un hospital psiquiátrico con un hombre con intenciones siniestras. Desde un punto reflexivo, Gore Verbinski parece tener una ambición sincera para esta película. Sin embargo, es una pena que el producto final no alcance su máximo potencial, o al menos las normas que pretende Verbinski. Es difícil escapar de la sensación de que falta algo.
Esta película se centra en Lockhart, un empleado audaz de Wall Street que es enviado a un hospital psiquiátrico dirigido por el Dr. Volmer para recuperar el director ejecutivo de su compañía, Richard Pembroke, que es un paciente allí. Al fallar en convencer al anciano de irse, Lockhart sufre un desagradable accidente automovilístico y se inscribe en el hospital para recibir tratamiento. Al conocer a una misteriosa joven llamada Hannah, Lockhart está expuesto a los siniestros secretos detrás de los llamados tratamientos médicos del hospital. Hay dos obstáculos importantes que pueden mantener esta película de posar como un paseo agradable, el primero sería la imagen horripilante que impregna la atmósfera sombría de la película, y el otro sería el tiempo de 2 horas y 26 minutos que va a un ritmo lento durante la primera hora.
Para aquellos con un estómago débil, el primero servirá como un obstáculo más grande, ya que hay un montón de imágenes espeluznantes y actos aberrantes de crueldad para poner a los espectadores sensibles en posiciones incómodas. Sin embargo, es posible que Gore Verbinski podría poner este contenido retorcido en una ventaja, y eso es para mantener las cosas a un nivel de tensión. Mientras que el director hace un trabajo aceptable en mantener la tensión e infundir algunos giros eficaces que explican una experiencia ocasionalmente que obsesiona, parece que lucha en decidir qué dirección tomar la historia. Aparte de inducir algunos conceptos intrigantes que implican la historia sombría detrás del viejo hospital y la naturaleza dudosa de las prácticas médicas del Dr. Volmer, Verbinski también trae una atmósfera con una metodología visual llamativa que es un homenaje obvio a Shutter Island.
En cuanto a las actuaciones, Dane DeHaan es bueno en el papel principal. Es una lástima que el guión no logre que su personaje sea más interesante. Mia Goth, por otro lado, brilla y dá una actuación sorprendente que se adapta a la naturaleza enigmática de su carácter mentalmente confuso. En general, A Cure For Wellness es un inquietante pero ambicioso vehículo de horror gótico que logra sacar lo mejor y lo peor de las destrezas de Gore Verbinski. Es una película que es rica en ideas interesantes, pero lucha por cómo usarlas. El resultado final es una pieza de horror a un nivel de superficie que no alcanza la altura de su potencial.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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