En 1973, Paul Getty (Charlie Plummer) fue secuestrado por matones italianos y colocado en una prisión improvisada mientras los criminales, dirigidos por Cinquanta (Romain Duris), envían un mensaje de que solo liberarán al chico de 16 años si se les entrega la cantidad de $17 millones de dólares. Molesta por la demanda financiera, Gail Harris (Michelle Williams) recurre a su ex suegro, J. Paul Getty (Christopher Plummer), para ayudar a pagar por el rescate. Mientras proclama interés en Paul, Getty se niega a entregar el dinero, enviando a su experto en seguridad, el ex agente de la CIA Fletcher Chase (Mark Wahlberg), para ayudar a controlar la situación. Sintiéndose impotente, Gail intenta razonar con los secuestradores, sin poder obtener el dinero del rescate y teniendo problemas para comunicarse con ellos. Para Getty, tal compromiso monetario es una noción descabellada, manteniéndose firme en su sobriedad y posición legal mientras Gail y Chase intentan encontrar la manera de satisfacer a los secuestradores y traer a Paul a casa con vida.
Todos hemos leído o escuchado la historica recuperación que hizo el director Ridley Scott al eliminar por completo a Kevin Spacey de la película y los días que tardó en reemplazarlo con Christopher Plummer. Desafortunadamente, aunque siento que este es un drama criminal bastante decente, esperaba mucho más. En muchos momentos a lo largo de la película su ritmo perjudica en gran medida su calidad. Tal vez por el efecto de los reshoots sentí que las escenas eran torpes y hubo momentos que realmente me sacaron del ritmo de la película. Al contar la historia del secuestro del nieto de Getty y el "hombre más rico del mundo" que se niega a pagar el rescate, All The Money In The World está protagonizada por Charlie Plummer como John Paul Getty III, Mark Wahlberg como el solucionador Fletcher Chase, a quien Getty le dijo que recuperaría a su nieto por "el menor costo posible", Romain Duris como Cinquanta, uno de los secuestradores, y Michelle Williams como la madre del chico secuestrado y la nuera de Getty, Gail Harris. Cada una de estas actuaciones es buena, pero no excelente. Hacen lo que se necesita hacer en lo que se les ha encomendado, pero nada más.
Creo que el problema con esta película es uno de enfoque. Pasa el 50% del tiempo con el personaje de Gail, y esto está bien, pero luego salta al Paul, despues a Chase, a Cinquanta, a J. Paul, regresa a Paul y vueve a Gail, así que no hay una continuidad para que ocurra el desarrollo de un personaje fuerte, con la excepción del personaje de J. Paul Getty. Para ser justo con Michelle Williams, Cristopher Plummer tiene el papel más llamativo y solo se le pide que sea el centro de esta historia, ya que todo gira alrededor de su mundo y que, en última instancia, hace que su personaje sea un tanto simple. Sin embargo, ambos fueron maravillosos en esta película añadiendo y creando una dinámica muy interesante y un conflicto de intereses que va más allá del secuestro que ocurre en la película pero realmente explora en qué medida el dinero esencialmente te cambia y el camino en el cual sus roles pueden ser completamente diferentes.
Sin embargo, la película hace un gran trabajo al transmitir varios temas, el más importante y central de todo es el tema del dinero y las diferentes visiones del mundo de la gente normal y los multimillonarios. Pensé que esta era una diferencia bastante interesante que nunca antes se había establecido en otras películas, la forma en que Getty ve el dinero y el hambre y la necesidad constante personifican por completo el tema central de esta ansia infinita de dinero. Es realmente una discusión fascinante. En general, la película es definitivamente recomendable para cualquiera que quiera ver un drama criminal bien actuado. Lo más probable es que no sea considerada entre las mejores películas de Ridley Scott, ya que a veces sentía que quería ver más drama del que me mostraba. Al final, All The Money In The World solo será recordada como la película que erradicó a uno de los mejores actores de los tiempos modernos, Kevin Spacey. Es una oportunidad perdida, una película decente que tenía el potencial de ser extremadamente buena. El único que fue muy bueno fue Christopher Plummer, y sin duda por su actuación vale la pena ver esta película.
Puntuación: 2 alcapurrias y media mordida.
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