El padre Peter Williams (Will Beinbrink) es un sacerdote que fue poseído por el demonio Balban cuando intentaba exorcizarlo de una joven llamada Magali (Irán Castillo). Esto lo obligó a cometer un acto horrible que lo llevó a desaparecer de la vida pública. 18 años después, mientras trabaja para una organización benéfica para niños en un pequeño pueblo mexicano, Peter descubre que Balbán ha regresado. Ha poseído a una reclusa llamada Esperanza (María Gabriela de Faría) y ha desatado una plaga entre los niños del pueblo para recuperar el alma de Peter. Su única esperanza es que Peter lo exorcice y admita lo que hizo hace 18 años como resultado. Sin embargo, se condenaría a sí mismo a la excomunión y perdería su fe, su familia y sus amigos en el proceso.
Después de ver esto, llegué a la conclusión de que es una especie de híbrido del viejo estilo de películas de terror de explotación mezclado en un nuevo estilo, un cine con más conciencia social. La película comienza con un homenaje muy bien hecho y directo a una de las tomas más veneradas de The Exorcist (1973). Como fanático de The Exorcist, me impresionó. Se las arreglaron para evocar el estado de ánimo de esa película bastante bien. También me impresionó el reparto y las actuaciones de muchos de los actores secundarios y los protagonistas. Tengo que darles crédito por comprometerse realmente con sus roles. Muchas partes de esta película son totalmente asombrosas y funcionan gracias al compromiso del elenco y la dirección. Ahora, no a todos les va a gustar el contenido de algunas de estas escenas, pero dentro del contexto de la película y los parámetros de la historia, no engaña y tiene sentido.
La película, en su trama, caracterizaciones y temas, es una crítica directa a la Iglesia Católica y al Vaticano. El sacerdote con buenas intenciones es recompensado por mentir y perpetuar el dogma de la Iglesia en lugar de cuando trata de arrepentirse genuinamente y hacer penitencia por sus pecados. Ambos exorcistas en la película no parecen tener mucha fe en el ritual católico del exorcismo y la película amplía la idea de que tal vez los exorcismos en realidad no funcionan en absoluto. El problema es que los sacerdotes que tienen una fe inestable o que están desgastados por años de que se les haya pedido que luchen contra las fuerzas demoníacas critican un ritual que la Iglesia no ha mejorado durante siglos.
Esto es un contenido temático muy pesado pero importante para una película en la que escuchas a un sacerdote poseído por un demonio gruñir de placer sexual después de que el demonio lo libera. Lo único que parecía demasiado conveniente fue que el demonio lo liberó después de que agarró su cruz y gritó porque el exorcismo no parecía estar funcionando. También está bien hecha lo que podría ser una escena verdaderamente ofensiva que no se muestra nada pero que se sugiere con sonido. Se hace la distinción entre la maldad pasiva del sacerdote, su debilidad, su lujuria y falta de fe, y la maldad activa del demonio que lo usa como herramienta. Está mucho más alineada con las ideas de la espiritualidad que nos dice que cuando somos débiles nos convertimos en herramientas para el mal.
Es por eso que siento que aunque la película utiliza los aspectos del cine de explotación, no desciende a la verdadera depravación a pesar de lo que realmente sucede en la película. La película amplía las ideas en al menos dos de las películas de la serie The Exorcist, la original de 1973 y Exorcist III de 1990. O sea, los demonios usan a los sacerdotes débiles e infieles y a los lunáticos como recipientes fáciles de poseer. Mas o menos esa idea respectivamente. Por lo que es, la película está muy bien hecha. Hay limitaciones obvias en su realización debido al presupuesto, pero el director Alejandro Hidalgo aprovecha todo al máximo y utiliza las locaciones con las que tiene que trabajar y los actores que contrató para los personajes.
Respecto a los personajes, en particular, Héctor Kotsifakis como el Dr. Nelson fue muy agradable y dio una muy buena actuación, especialmente porque su personaje no tuvo mucho tiempo y no se le dio más caracterización. Él mismo completó los espacios vacíos e hizo que su personaje y su breve tiempo en la pantalla se destacaran. Irán Castillo como Magali hace un buen trabajo con una personalidad y amabilidad que muestra el alma buena de una mujer para luego volcarse completamente hacia el mal. María Gabriela de Faría como Esperanza aporta un rol físico que es de otro mundo al papel de la joven poseída. Will Beinbrink hace que su sacerdote tímido e infiel sea humano y fácil de identificar. Es una buena actuación de una persona que no es admirable. Se las arregla para crear una distinción entre él mismo como sacerdote 18 años antes y en la actualidad de la película. Joseph Marcell es el alivio cómico de la película. Sí, él interpretó a el mayordomo Geoffrey en la serie de televisión Fresh Prince Of Bel-Air. En esta película se suelta un poco como un sacerdote bebedor de mezcal y es divertido, pero a la vez ofrece una actuación con tal sinceridad que es escalofriante verlo.
Una gracia salvadora de la película es su rareza y sustos reales y efectivos, Hidalgo hizo que todo funcionara bien. Sin embargo, creo que los sustos más sutiles funcionan mejor para la película. El goteo de sangre en el rostro de una monja, una monja siendo empujada hacia una puerta oscura, y un Jesucristo poseído arrastrando una cruz por un pasillo iluminado por la luz del sol que entra por las ventanas son algunos ejemplos. La película es bastante elegante y efectiva para lo que está usando financieramente. Alejandro Hidalgo, adjunto como productor y director, ha hecho un muy buen trabajo con The Exorcism Of God. Tomó un material que podría haber sido un fracaso en manos de otro cineasta y le dio peso y propósito.
En general, yo soy de los que ve casi cualquier película sobre exorcismos, pero normalmente me siento decepcionado por la mayoría de esas películas. Esta película no me defraudó en absoluto. Tiene un buen guión que es verdaderamente alucinante y es atrevida y escandalosa como una película de cine de explotación, pero también tiene sutileza y un subtexto oculto que le da a la acción mucho más peso de lo que parece en la superficie. Es mucho más interesante y tiene más que decir que la típica película de exorcismo. Al final, The Exorcism Of God es una película aterradora de exorcismo/posesión que tiene una historia original y una gran historia sobre la redención. Los efectos especiales rivalizaron a cualquier producción de Hollywood, los efectos de sonido y la música fueron geniales, la actuaciones fueron de primera y se filmó en un entorno hermoso (se filmó en México). Conseguir una película de esta calidad con un bajo presupuesto y de forma independiente es un milagro. Si les gustan las películas de exorcismo que cuentan una historia significativa, deben ver esta. Además, la película atraerá especialmente a aquellos con una fuerte creencia en el bien contra el mal junto con las luchas reales que la iglesia y sus seguidores enfrentan con el Diablo.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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