En una aislada casa de campo, una madre, anteriormente cirujana en Portugal, enseña a su hija, Francisca (Kika Magalhães), a entender la anatomía y a no ser afectada por el concepto de la muerte. Una tarde, un visitante misterioso rompe horriblemente la vida familiar de Francisca, traumatizandola profundamente, pero también despertando algunas curiosidades únicas. Aunque se aferra a su padre, la soledad de Francisca y su naturaleza cicatrizada hace efecto años más tarde cuando su anhelo al conectarse con el mundo exterior adopta una personalidad horrible y oscura.
La trama gira en torno a la vida de una mujer que fue testigo del brutal asesinato de su madre siendo una niña, y los sucesos posteriores, junto con su aislamiento casi total durante toda su vida, la dejan con una necesidad desesperada de ser amada por alguien, por cualquiera y de cualquier manera, sin tener en cuenta los efectos potencialmente devastadores que sus acciones podrían tener sobre aquellos que tienen la mala suerte de cruzarse su camino. Filmada totalmente en blanco y negro, esta película es una belleza para contemplar de principio a fin. Una serie de sucesos despliega el viaje de la protagonista de una niña inocente a una mujer adulta que ha cometido atrocidades por amor al amor, y muestra los límites a los cuales va para alcanzar sus metas.
Esta película es atmosférica, lenta y abstracta. No sé si diría que es experimental. Es inquietante en una manera grotesca y tiene relativamente una pequeña cantidad de diálogo. Una pequeña cantidad está subtitulada pero la gran mayoría no los tiene. Además, esta película no trata sobre religión y cuanto menos se sepa qué esperar y cuanto menos se sepa sobre la historia más se disfrutará (si que disfutan de este tipo de película).
Rara vez disfruto de películas abstractas del tipo atmosférico, pero de vez en cuando una que otra atrapa mis ojos y la puedo disfrutar. Esta es una de esas. Esta película hace un montón de preguntas, desde lo mas pequeño a las cosas más grandes desde que comienza. Algunos obtendrán respuestas, pero la mayoría no. Además, gran parte de esta película exige el uso de la imaginación para las respuestas y, además, exige que se utilice también la imaginación para lo que está sucediendo o lo que está por suceder. A mí, me gustó eso. Permítanme añadir que la película no se pone tímida y que no está tratando de censurarse a sí misma. Verán algunas cosas repugnantes e inquietantes a veces, aunque sea sólo brevemente. El cambio de una escena a otra no siempre fluye tan bien como debería y algunas escenas pueden ser frustrantes, ya que de una manera sacan a uno de lo que se está viendo. Lo otro es su tiempo de duración, dura tan sólo 1 hora y 16 minutos pero me hubiera gustado ver más de ella.
Es una película lenta hasta el final, pero muy inquietante desde el principio y no toma la mitad de la película para que se comience a disfrutar como muchas otras películas lentas. El ritmo no toma velocidad más tarde, así que no esperen eso. Es toda en blanco y negro, que es uno de los aspectos más sobresalientes de esta película para mí. Además, el blanco y negro le ayuda a esconder algunos aspectos donde queda claro que tenían que trabajar con poco presupuesto. Algunas escenas quizás no se verán tan bien como una película de alto presupuesto, pero en general, se ve y está muy bien hecha. Hay relativamente poco gore y algunos espectadores pueden encontrar los temas en esta película inquietantes y potencialmente perturbadores. Veanla, si es que están en ánimo de ver una pequeña película de horror tipo art house.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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