El Tridente de Poseidón es una poderosa arma capaz de controlar los mares, dando a su manejador un poder excepcional en el reino de los piratas. Está enterrado en el fondo del océano, y sólo Carina Smith (Kaya Scodelario) tiene la más remota idea de dónde podría estar, utilizando las habilidades de la astronomía para reclamar el arma por sí misma. En unión con Henry (Brenton Thwaites), hijo de Will Turner (Orlando Bloom), Carina se asocia con el joven interesado en romper maldiciones con la esperanza de salvar a su padre de la prisión del Flying Dutchman. Henry y Carina se encuentran con Jack Sparrow (Johnny Depp), que también está buscando un tesoro, en competencia con Barbossa (Geoffrey Rush), cuya fortuna ha mejorado desde sus días como pirata. Poniendo presión está el capitán Salazar (Javier Bardem), un hombre con un barco fantasma en busca de Sparrow con una necesidad insaciable de venganza y de matar a cualquiera que se interponga en su camino.
Se puede decir con certeza que no ha habido una película realmente buena de Pirates Of The Caribbean desde la primera, The Curse Of The Black Pearl. Dead Men Tell No Tales es probablemente la próxima buena película de Pirates, pero esto se debe a que muchos de sus buenos elementos son gracias a la primera película de la franquicia. En esta quinta aventura, el capitán Jack Sparrow regresa ya que un capitán tiene un rencor personal contra Sparrow. Al igual que la primera película, Jack Sparrow se encuentra más bien a su suerte, y debe ser rescatado de la ejecución nuevamente por un Turner y buscar un artefacto místico que resolverá todos sus problemas.
Primero que nada quiero establecer que he leído muchas críticas negativas en los últimos días sobre la película y definitivamente esta no es la peor película de la franquicia de Pirates. Hay muchos aspectos importantes de esta película, principalmente el hecho de que se trata de una película de aventura que no pone demasiado énfasis en los elementos místicos de la historia. Mientras que Johnny Depp sigue siendo el hombre principal, su papel se reduce grandemente con los elementos de las motivaciones del capitán Salazar y el romance que surge entre Henry y Carina.
Sin embargo, los problemas con esta película se derivan del hecho de que estos dos elementos toman demasiado tiempo de la película lejos de Depp. Él tiende a desvanecerse durante la película mientras aprendemos sobre la historia de Salazar, y el romance con Henry y Carina se siente muy forzado. Para ir mas allá, algunas insinuaciones bien colocadas no son suficientes para quitar el hecho de que esta película es un regreso a la forma de la primera película, incluso cuando los créditos ruedan (incluyendo la tentadora secuencia después de los créditos). Pero 14 años después, The Curse Of The Black Pearl sigue siendo el rey de esta franquicia.
No se puede negar que la franquicia de Pirates ha perdido su camino en la última década mientras trató desesperadamente de ampliar la mitología de una escapada náutica, y lo que hizo fue perder su encanto con más frecuencia. Dead Men Tell No Tales debería haber sido el clavo final en el ataúd de Pirates, y sin embargo, ha desafiado las probabilidades siendo la película más placentera desde The Curse Of The Black Pearl. Con paisajes marinos exuberantes y grandes rescates oceánicos, la película se alza con éxito. Si esto es verdaderamente lo último que veremos de los Pirates Of The Caribbean que conocimos hacen 14 años, es una buena manera de decir adiós.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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