Viviendo una vida protegida por sus padres, Justine (Garance Marillier) está a punto de entrar a la escuela de veterinaria, llena de temor mientras está expuesta al lado salvaje de la vida en el campus. Justine hace una amistad con su compañero de cuarto homosexual, Adrien (Rabah Nait Oufella), embarcandose en una serie de humillaciones y desafíos. Para Justine, su vegetarianismo es desafiado por el consumo forzado de riñones de conejo como parte de la iniciación de la escuela, un acto que despierta algo primordial dentro de ella. Mientras que su hermana mayor Alexia (Ella Rumpf) proporciona sólo una cantidad mínima de orientación mientras reavivan su dinámica de hermanas en el campus, Justine comienza a tomar conciencia de su hambre de carne humana, encontrando sustitutos insatisfechos al tratar de manejar sus nuevos impulsos y resistiendo lo inevitable por tanto tiempo como pueda.
Todos hemos visto la típica historia de la mayoría de edad o del despertar sexual, pero cuándo fue la última vez que vieron una historia del despertar o el convertirse en un caníbal? Esta es una increíble pieza de cine que une la poesía visual con el horror. Siendo el debut de la escritora y directora Julia Ducournau, la película resulta ser una clase diferente de horror donde la cámara nunca se aleja del cuerpo y el horror animal. En Raw tienen una película hermosa, evocadora e inquietante que inmediatamente toma a uno como rehén y nunca te deja ir. Esto es un trabajo profundamente vivo que te asalta con asquerosidad y horror existencial hasta que no se puede soportar más. Eso es una cosa buena ya que me sentí más ansioso que emocionado al final.
Raw tiene lugar en una escuela de veterinaria del infierno. Justine está inmediatamente sola (sin contar las pocas veces que comparte con su hermana) y la escuela tiene una serie de rituales sádicos que implican beber en exceso, ataques violentos, recreaciones del baño de sangre de Carrie y comer carne cruda, incluso para Justine que es vegetariana. Uno es golpeado inmediatamente con la crueldad de este mundo cuando una doctora de la escuela cuenta la historia sobre una muchacha gorda que lloró cuando su peso fue pasado por alto finalmente, entre otras cosas mas que ocurren. Es tan gratificante cuando una película hace esto, a diferencia de otras películas de horror recientes como Get Out o Don't Breathe, aquí no hay nada normal. Cuando el mundo de la película se vuelve cada vez más extraño, como expectador uno no tiene nada en que apoyarse. Y creanme, la película se vuelve extremadamente extraña.
Pero como cualquier buena película, las imágenes locas se basan en la realidad, el carácter y la historia. Las secuencias horrendas de esta película son hermosas de ver, los colores y la cinematografía parecen pinturas. Debido a que se trata de una película de horror, pronto se revela que la mejor carne es la humana y es gracias a la brillante actuación de Garance Marillier que somos capaces de ver lo doloroso pero emocionante de su nuevo deseo. La carne no es carne en Raw, es una metáfora muy clara para la liberación sexual de Justine. En cierto punto de la película no se puede adivinar si Justine tiene hambre o excitación. La violencia ha sido un acto semi sexual en el horror durante años, pero con esta película se siente fresco, los deseos y las reacciones son todas nuevas. También son profundamente preocupantes y tienen una hermosa intensidad que sólo se pueden describir como animal o inhumanas. Los pasajes eróticos y sangrientos de la película se presentan con habilidad y con la confianza de un gran director que regresa a la pantalla y no de alguien en su debut cinematográfico.
En general, Raw no es para todo el mundo. Tiene una sensación de art house que puede hacer que a algunas personas no le guste. Eso si, es una película audaz, erótica y salvaje que jugará con sus sentidos mucho después de que haya terminado. Al final, es una de esas películas que viene una vez cada diez años y que no deben perderse.
Puntuación: 4 alcapurrias y media mordida.
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