Leah (Nicole Muñoz) intenta hacer su día a día como una adolescente promedio, después de haber sufrido una pérdida horrible con la muerte de su padre hace un año. Ella confía en amigos como Janice (Chloe Rose), Aaron (Eric Osborne) y la comodidad de la música death metal y los libros de ocultismo, mostrando interés en saber todo lo que pueda sobre prácticas demoníacas y hechizos. Leah lucha por vivir con su madre, Mrs. Reyes (Laurie Holden), que tiene una batalla con la depresión y la claustrofobia en una casa que una vez compartió con el amor de su vida. Tratando de hacer un cambio, Mrs. Reyes decide vender la casa y mudarse a un lugar en el bosque, en busca de un nuevo comienzo. Cuando las tensiones que rodean la mudanza se extienden, y Mrs. Reyes dice cosas crueles a su hija, Leah recurre a la magia negra para resolver sus problemas, usando un hechizo para convocar al monstruo Pyewacket, ordenando que mate a su madre.
Pyewacket utiliza una gran cantidad de closeups para atrapar al espectador y realmente aumentar la tensión. La historia se desarrolla lentamente, pero esto es muy importante porque nos da la oportunidad de preocuparnos por estos personajes y su destino. Luego, la película lentamente acelera las cosas pieza por pieza hasta que finalmente llega a su conclusión, y es un final para recordar. El director Adam Macdonald toma su tiempo para construir una relación realista y convincente entre la madre y su hija. El nos invierte lentamente en la tensión hasta que las cosas se salen fuera de control en el tercer acto.
La película realmente se basa en las actuaciones de los personajes. Como indiqué anteriormente, la relación entre la madre y la hija es clave. Sin las maravillosas actuaciones de Laurie Holden y Nicole Muñoz, esta película no sería tan buena como lo es. Otro elemento clave de la película es el diseño de sonido. La criatura/entidad Pyewacket apenas se ve en la película, por lo que la película depende en gran medida del diseño de sonido y la música para proporcionar la máxima tensión y misterio. No hay un solo susto como para brincar en esta película. Todo el horror proviene de la acumulación atmosférica y efectos visuales increíblemente espeluznantes. Hay una escena que se rodó de forma tan sencilla que cualquier persona puede salir a un bosque y hacer exactamente lo mismo, y sin embargo, probablemente fue la escena más efectiva de toda la película. La simplicidad es a menudo el mayor activo de una película de terror.
Algo que debo aplaudirle a la película es su guión. Si bien es una historia bastante simple, evita volverse demasiado convencional y juega bastante con las expectativas, particularmente hacia el final de la película. Los fans del género de horror y los fans del cine en general han estado gritando para que las películas de terror se detengan con los ridículos sustos de hacer brincar a uno del asiento y los sustos baratos, así que aquí hay una película para satisfacer esa sed de verdadero terror atmosférico. La única queja que tengo con la película fue que cada vez que un personaje recibía un mensaje de texto, el mensaje aparecía en la pantalla para que el público la leyera. Esto es algo más apropiado para una comedia romántica... creo yo. Cada vez que sucedía, simplemente me sacaba del trance en el que me había metido la película. Aparte de eso, esta película es bastante difícil de criticar. Esta es la forma en que las películas de terror deben ser hechas para hacer avanzar o mejorar el género, de lo contrario me temo que el género eventualmente desaparecerá.
En general, es simplemente una historia, y es una historia muy bien contada. Se construye con un final aterrador, dando una recompensa a los amantes del cine de horror, pero sean pacientes y estén listos para sentarse y ver cómo se desarrolla todo. Al final, Pyewacket tiene éxito en su intento de crear suspenso y tensión, y el elenco, guión y dirección son lo suficientemente buenos como para mantener la atención hasta el final, a pesar del hecho de que muy poco se muestra directamente en términos de la presencia maligna. No los dejará boquiabiertos, pero es una historia sólida, relativamente bien elaborada, con un final memorable.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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