El mundo ha sido invadido por extraterrestres, y estos monstruos poseen un oído súper poderoso, cazando todo lo que sienten que está cerca. Mientras que la mayoría de la población de la Tierra ha sido aniquilada, Lee (John Krasinski) y Evelyn (Emily Blunt) han logrado ganarse la vida en silencio, construyendo un hogar donde todo el ruido se ha eliminado. Después de perder trágicamente a su hijo menor, Lee y Evelyn se dedican a la protección de sus hijos restantes, Marcus (Noah Jupe) y Regan (Millicent Simmonds), que es sorda. Evelyn ahora está embarazada, y Lee está tratando de mantener la rutina, enseñando a sus hijos a sobrevivir mediante viajes y a través de la defensa del hogar. Sin embargo, los extraterrestres son un enemigo más persistente, utilizando su sensibilidad auditiva para acercarse a la familia, quienes se someten a una prueba de resistencia, ya que su relativa paz se hace añicos gracias a un enemigo muy determinado.
Mientras que la mayoría de las películas de horror post-apocalíptico es muy familiar con la temática de las personas que tratan de sobrevivir en un entorno sombrío, A Quiet Place le da un toque refrescante. Después de 89 días, los últimos restos de la humanidad, particularmente una sola familia, han sobrevivido viviendo una vida literalmente tranquila. Si se dice una sola palabra o se hace el menor ruido, misteriosas criaturas lo oirán desde la distancia y vendrán a asesinarlos. Son casi indestructibles e imposibles de superar, por lo que esconderse con el lenguaje de señas en el lugar de conversación es el medio absoluto de supervivencia. Al excluir el diálogo en gran parte de la historia, la tranquilidad de la película deja a uno con el miedo de que se haga algún tipo de sonido.
El director John Krasinski utiliza su enfoque con la cámara y el sorprendente diseño de sonido para convertir objetos cotidianos en instrumentos de caos cuando llaman la atención de la capacidad auditiva de las criaturas. Ha pasado un tiempo desde que una película de horror ha sido tan efectiva con la idea del sonido. Krasinski no permite que el pequeño diálogo verbal que hay se desperdicie en la exposición. En su lugar, utiliza ciertos elementos visuales para permitir que la audiencia comprenda la historia y las reglas del mundo que se hacen efectivas con una cinematografía inquietante. Las conversaciones limitadas que ocurren se basan en personajes que se conectan y reconstruyen relaciones. La parte de la película que más me afectó fue en realidad el drama familiar. Desde el principio, la película establece que se trata de una familia amorosa y afectuosa que se ve negativamente afectada por la falta de expresión de sus problemas reforzada gracias a una tragedia reciente.
El hecho de elegir a su verdadera esposa en la película puede parecer flojo, pero el hecho de que la esposa de Krasinski sea Emily Blunt lo justifica. La actuación de Blunt es increíble ya que como la madre es asombrosa con la variedad de emociones que le da a su personaje, especialmente en la situación en que se encuentra. Complementandola está la actuación de Krasinski como el padre protector y bien planificado que lucha por conectarse con sus hijos. Cuando reúnes a estos dos en una escena, sientes su conexión real como una pareja casada y sus actuaciones aportan peso emocional a esta triste historia. El corazón de esta historia realmente es Milicient Simmonds como la hija mayor sorda. Siendo sorda en la vida real, Simmonds usa esa experiencia para traer a este tremendo personaje. Mientras que las criaturas tienen un gran sentido del oído, el personaje de Simmonds vive lo opuesto, desafortunadamente. La incapacidad de escuchar sin un audífono que funciona ejerce presión sobre la relación con su familia, particularmente con su padre por otras razones. Noah Jupe, como el hijo menor, también se destaca por traer una sensación de miedo que se siente real para un niño que vive en un mundo muy amenazante. Cuando los dos niños son separados de sus padres debido a un efecto dominó de eventos catastróficos, aprenden a tomar el asunto en sus propias manos para mantener viva a su familia.
Si bien el diseño de las criaturas se siente un poco familiar, la ejecución de Krasinski es lo que las hace verdaderamente aterradoras de una manera única. El método "Jaws" para retener la revelación completa de la criatura permite el uso de sonido y destellos de su velocidad para construir su presencia. Cuando las criaturas salen a la vista en el tercer acto, se utilizan con eficacia, especialmente cuando muestran los canales auditivos gigantes escondidos dentro de sus cabezas. Pero lo que hace que las criaturas sean impactantes es lo que representa su origen desconocido y el miedo a perder a los que amas. Krasinski ha declarado que sus razones para asumir este proyecto fueron impulsadas por la responsabilidad que siente como padre en la vida real, y el elemento del monstruo de la película refuerza los temas a los que se relaciona como padre, como mentor, proteger a sus hijos y hacer los sacrificios necesarios para asegurar su propio futuro.
En general, la película es un matrimonio perfecto de drama familiar y horror que crea un brillante thriller que verdaderamente abarca su concepto original de principio a fin. Si bien no es inmune a que algunos personajes tomen algunas decisiones predecibles ya vistas en otras películas, se les perdona fácilmente por lo que logran al final. Los llenará de miedo y tristeza, pero para la conclusión se sentirán recompensados con una sensación de satisfacción por la experiencia. Al final, A Quiet Place ha logrado el objetivo de una buena narración que satisface las emociones debido a su juego del gato y el ratón. La película tiene corazón, desarrollo de personajes y muchos otros aspectos positivos, pero nada es más importante que lo que logra presentar, un festival de sustos de 90 minutos de duración. Aunque tiene un comienzo sumamente lento, vale la pena verla, con todo y sus defectos predecibles.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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