Joyce (Odeya Rush) ha desaparecido. La cheerleader adolescente fue vista por última vez cerca de una playa y las pistas son escasas, con el rumor de una marca específica de automóvil en el área llevando al detective Malloy (Pierce Brosnan) a Evan (Guy Pierce), un profesor de filosofía en una universidad local. Evan está casado con Ellen (Minnie Driver) y vive una vida tranquila con sus hijos, desempeñando el papel de padre y esposo, pero hay algo en él que permanece inestable, abiertamente hostil a las preguntas de Malloy sobre su paradero en una fecha específica. En la universidad, Evan se reúne con Anna (Alexandra Shipp), una estudiante que se acercó a él durante el semestre anterior, lo que hace que se sume al dominio del autocontrol, mientras su obsesión por Joyce y la noticia que rodea su caso lo comienzan a infestar. La relación con sus hijos y con Ellen, quien comienza a dudar de las declaraciones de inocencia de su cónyuge, se deterioran y Malloy recurre a Ellen como una manera de llegar a Evan para resolver el caso.
La trama de la película se centra en la desaparición de una adolescente. Por suerte, la policía encuentra evidencia que coloca sus últimos momentos dentro de la atracción gravitacional de un profesor de filosofía de la universidad, convirtiéndolo en una persona de interés en el caso. Según él, no hay ninguna conexión, pero el hecho de que es un poco evasivo, bastante distraído, y que realmente no puede dar testimonio de su paradero con algún grado de certeza complica las cosas. Resulta que la razón por la que está enseñando donde está implica un romance anterior con una estudiante hace unos años en otra ciudad. Ahora ni siquiera su esposa está segura de qué pensar. La tensión principal de la película gira en torno a la memoria defectuosa y poco confiable del profesor. Es más que posible que sea inocente, pero está la evidencia, su evasión y su falta de sentido general. Pero honestamente parece creer que es inocente, sin importar cuán duro lo presione la policía o su esposa.
Uno es llevado a creer que todo es posible, por lo tanto estamos obligados a seguirlo y ver todo por nosotros mismos, esperando que surja una resolución. Hay un motivo que aparece temprano sin que uno se de cuenta, se revela que la casa del profesor tiene un ratón. El prueba varias trampas, todas las cuales fallan, hasta que de repente fue capturado sin problema y colocado en una jaula cómo la nueva mascota de la familia. Este ratón es el profesor, constantemente tiene trampas colocadas en su camino, evitándolas constantemente (ocasionalmente causando algún daño colateral), solo para terminar justo donde comenzó, corriendo en su rueda simbólica sin ninguna esperanza de un verdadero escape. No importa lo mucho que pelee, no puede dejar atrás sus indiscreciones del pasado y no puede hacer ningún progreso real en su vida.
La película tiene un tono amargo en general, enfatizado por la cinematografía. Realmente tiene una idea del estado mental oscuro del profesor, así como del deterioro de la familia. El director Simon Kaijser nos permite con este tono oscuro absorber los hechos tal como se presentan sin permitirnos descansar durante demasiado tiempo. El resultado es un misterio con una inclinación psicológica. Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que la resolución no necesariamente se siente totalmente satisfactoria, y muchos de los delitos del profesor se acercan a un territorio un poco confusos. Las actuaciones de Guy Pearce, Pierce Brosnan y Minnie Driver son buenas, pero todos se sienten como si estuvieran reteniendo algo, como si no viéramos todo su potencial en la película. De hecho, la actuación más fuerte proviene de Alexandra Shipp, cuya confianza en sí misma y su sensación natural ayudan a darle a su personaje secundario más peso del que probablemente requiere. El acento irlandés de Pierce Brosnan de vez en cuando también se vuelve visible, pero eso solo me molesta un poco. Aún así, Pierce Brosnan y Guy Pearce trabajan bien el uno del otro, manteniendo la tensión necesaria en todo momento.
En general, es una película lo suficientemente sólida, pero no exige un vistazo inmediato. Me gustó su concepto y la historia fue decente. Al final, Spinning Man es una amarga reflexión sobre la capacidad de un hombre para lidiar con sus pecados más que nada, lo que dificulta su recomendación a muchas personas debido a su trama y su confusión duradera.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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