Sintiendo que la llama del amor disminuye en su matrimonio, Gerald (Bruce Greenwood) lleva a su esposa, Jessie (Carla Gugino) a una escapada remota para un fin de semana de romance y reconexión. Lo que Jessie realmente recibe es una muestra más elaborada del apetito sexual oscuro de Gerald, esposándola a una cama antes de vivir sus fantasías de violación, que ella inmediatamente rechaza. Cuando Gerald sufre un ataque cardíaco fatal, su cuerpo inerte es empujado al piso, dejando a Jessie sola, incapaz de romper con sus restricciones. A medida que pasan las horas, Jessie crece cada vez más presa del pánico, con su mente produciendo un diálogo entre tres, un Gerald vivo, una Jessie conocedora y ella misma. Inmersa en intensas luchas matrimoniales sin ningún plan de escape, Jessie enfrenta amenazas de todos lados, incluida una figura demoníaca conocida como The Moonlight Man (Carel Struycken) y recuerdos del tiempo pasado con su padre, Tom (Henry Thomas) que se aprovechó de la inocencia de su hija.
Gerald's Game fue sorprendentemente más introspectiva y menos espantosa de lo que imaginé (excepto una escena especialmente digna de virar el rostro). Al no haber leído la novela de Stephen King en la que se basa la película, me puse a verla preparado para ser perturbado. La película no pierde el tiempo para llegar a la esencia de la historia. Desde el principio, Carla Gugino ofrece una actuación emocionalmente poderosa como Jessie, una víctima de abuso mental que lucha para reparar un matrimonio fallido que establece el tono para el resto de la película. La resistencia que muestra hacia su marido, Gerald, obliga a uno a no sentarse cómodamente mientras comienza toda la trama.
Una de las grandes fortalezas de esta película fue responder las preguntas que uno se hace antes de haberlas preguntado. Comprender desde el principio que Jessie terminaría esposada a una cama durante toda la película me hizo cuestionar su incapacidad para escapar. Tan pronto se ve que se desarrolla su situación y se comienza a pensar en sus opciones, la película proporciona respuestas sobre por qué eso no es posible de una manera única y creíble. Con la multitud de desafíos que tiene que superar, se ve obligada a revivir su pasado perturbador, que a su vez debe ayudarla a superar su estado si es que quiere tener alguna posibilidad de sobrevivir.
El uso del simbolismo en esta película es constante, pero tanto que a veces parece deletrearlo o literalmente decirlo. Sentí que las comparaciones entre su situación actual y su pasado eran demasiado contundentes. Hubiera pedido un poco más de misterio en torno a las conexiones que se hicieron entre los hombres en su vida. Sin embargo, uno de los símbolos más obvios, el eclipse de color rojo sangre, fue el que más me sorprendió ya que su representación se transforma en un poderoso mensaje de fortaleza.
La que carga esta película es sin duda alguna Carla Gugino y su actuación increíblemente poderosa con una gran actuación de su co-protagonista Bruce Greenwood. El diálogo y el proceso de pensamiento que se desarrolló entre los dos me mantuvo capturado emocionalmente en la historia y con ganas de descubrir lo que sucedería. La película se hizo mejor con la sutileza de la música y la cinematografía. Estaba más impresionado en los momentos en que no había música en absoluto, lo que fue frecuente y apropiado. Creó suspenso y se mantuvo enfocado en las escenas cuando todo lo que quedaba eran los sonidos inquietantes de la lucha de su protagonista. El eclipse como mencione fue de mis cosas favoritas. El anillo rojo intenso enfatizaba el horror de los acontecimientos que se desarrollaban, pero se transformaba con el personaje y comenzaba algo más grande. Incluso después de que terminó la película, pensé en el mensaje que uno como espectador tenía que contemplar. Era uno que no esperaba y estaba feliz de ver al mismo tiempo.
Desafortunadamente, hay un problema con la película que siento que necesita ser discutido. Y si bien no la arruina, creo que la película baja muchos puntos con esto. Puedo decir con cierta certeza que los últimos diez minutos pudieron haber sido eliminados por completo y, francamente, la película habría sido mejor sin ellos. El final solo sirve como relleno que afecta la historia en lugar de mejorarla. En general, es un fantástico thriller fisiológico que nunca me hizo sacudir la cabeza en incredulidad. Disfruté de la moderación de la música en momentos clave, y quedé cautivado por la situación presentada. Al final, Gerald's Game es una experiencia absorbente con giros y sustos escalofriantes para mantener las cosas en marcha de manera espectacular. Es una película en la que vale la pena darse el lujo de desear los escalofriantes sustos al estilo Stephen King.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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