Siendo una niña nacida para convertirse en una estrella del patinaje artístico, Tonya Harding (Margot Robbie) anhelaba la dominación deportiva desde que tenía cuatro años. Criada por su abusiva y dominante madre, LaVona (Allison Janney), Tonya estaba decidida a alcanzar el estrellato en el patinaje con sus habilidades en el hielo que superaron fácilmente a la competencia. Careciendo de habilidades sociales y una educación adecuada, Tonya permanece obsesionada con su sueño, incluso mientras LaVona ofrece puro desprecio por su hija, y pronto se encuentra bajo el hechizo de Jeff Gillooly (Sebastian Stan). Al encontrarse en otra relación violenta con Jeff, Tonya trata de mantener sus ojos en el premio, entrenando para convertirse en una contendiente olímpica, encontrando a rivales como Nancy Kerrigan (Caitlin Carver) en su camino. Frustrada por su incapacidad para encantar a los jueces y encajar con la multitud, Tonya lucha con decepción profesional mientras Jeff, junto con su amigo Shawn Eckhardt (Paul Walter Hauser), preparan algo más drástico para ayudarla en su camino hacia la gloria olímpica.
I, Tonya es una película biográfica de la patinadora famosa y deshonrada Tonya Harding. Tonya fue empujada a la pista por su madre abusiva a una edad muy temprana y, a pesar del abuso, se convierte en una patinadora sobre hielo con mucho talento. El ciclo de abuso continúa con su abusivo esposo, pero ella intenta sobrevivir y tener éxito. Todos parecen estar en contra de ella, pero su talento es difícil de negar. La película también aborda el famoso ataque contra la patinadora Nancy Kerrigan y lo sucedido después del incidente. Algunos se preguntarán por qué se hizo la película, en cierta manera ayuda a uno a identificarse con Tonya. Ella sufrió abuso físico y psicológico por parte de su mal hablada madre y su marido. Puede que sus manos no estén del todo limpias con lo que le sucede a Nancy Kerrigan, pero también es una víctima de las circunstancias. Era una joven muy talentosa, pero a punto de alcanzar la cima del deporte sobre hielo, todo se esfumó debido a factores externos, su imagen y su actitud.
La película es contada desde una perspectiva de "mockumentary" como si los personajes clave estuvieran siendo entrevistados. La película también utiliza la ruptura de la cuarta pared donde los personajes durante ciertas escenas hablan con la audiencia. Pensé que esto fue interesante y se separa de ser una película biográfica estándar y le da una profundidad de comedia real. El soundtrack es asombroso (lleno de mucho rock de los años 70 y 80) y, literalmente, la dirección en esta película es fantástica de principio a fin. El director Craig Gillespie ha hecho un trabajo brillante con esta película, no hay ninguna falla en ella. Él ha logrado capturar la alta intensidad de las escenas de patinaje con tomas lentas de mucha brillantez y en ningún momento la película parece estar fuera de lugar, acelerada o lenta. El guión es simplemente fantástico y contiene uno de los mejores diálogos del año. Es graciosamente divertida a veces y luego pasa a un toque serio basado en la realidad, a pesar de que esa realidad no es una circunstancia normal. Los diálogos de Margot Robbie y Sebastian Stan son geniales, pero de lejos el diálogo que se le da a Allison Janney es simplemente impresionante.
El elenco completo en esta película brilla, sin embargo, me voy a centrar en los tres actores principales. En primer lugar, Margot Robbie. Su actuación es fantástica, es tan buena que rápidamente se supera el hecho de que es ella y se acepta que en realidad es Tonya. Ella personifica al personaje extremadamente bien y deja una impresión eterna, se siente casi simpatía por ella como si ella realmente fuera la víctima en todo lo que ocurre. Luego está Allison Janney. Esta actriz no tiene suficientes papeles grandes, es extremadamente subestimada y merece mucho más elogios. Esta es su mejor actuación sin duda alguna, a pesar de que está interpretando a una persona extremadamente horrible. Junto con el diálogo y sus trajes ridículos, ella es absolutamente brillante en toda la película. Por último, Sebastian Stan, que es fantástico aunque interpreta a un hombre que hace algo terrible, y en cierta manera uno siente una extraña simpatía hacia él porque no quiso que sucediera lo que pasó, bueno, él dice que no, pero eso hay que tomarlo con una pinza.
En general, no esperaba mucho de esta película a pesar de que los trailers parecían prometedores. Esta película sinceramente me sorprendió, es extremadamente buena y tiene una gran capacidad de verse nuevamente. Al final, I, Tonya es una excelente película y graciosa a veces, pero tiene un lado serio, y así debería ser. Es una de las mejores películas del año y definitivamente debería ser considerada para los Oscares.
Puntuación: 5 alcapurrias.
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