De niño, Christopher Robin (Ewan McGregor) tuvo que decir adiós a la infancia cuando sus padres lo obligaron a asistir a un internado, enviándolo a un camino de tragedia que lo llevó a la Segunda Guerra Mundial cuando era joven, aniquilando su capacidad de la fantasía. Atrás quedaron Winnie The Pooh (voz de Jim Cummings) y la pandilla de Hundred Acre Wood, incluyendo Owl (voz de Toby Jones), Tigger (voz de Jim Cummings), Eeyore (voz de Brad Garrett), Rabbit (voz de Peter Capaldi), Kanga (voz de Sophie Okonedo), y Roo (voz de Sara Sheen), que ven como su mejor amigo y líder los abandonaba para lidiar con la edad adulta. Ahora en sus treintas con una esposa, Evelyn (Hayley Atwell), y una hija, Madeline (Bronte Carmichael), Christopher está agobiado por problemas de trabajo, obligado a pasar un fin de semana de vacaciones soñando con un plan para despedir a gran parte del personal en una fábrica de maletas. Frustrado, envía a sus seres queridos lejos, pero Christopher se sorprende con la llegada de Pooh, que ha venido a Londres para encontrar a su viejo amigo, quien trata desesperadamente de ocultar la apariencia de un oso de peluche que habla del público. Haciendo todo lo posible para regresar a Pooh a Hundred Acre Wood, Christopher inadvertidamente inspira una reunión de los animales, poniéndolo nuevamente en contacto con el espíritu de la infancia que ha perdido.
Siendo un niño que creció en los años 80, Winnie The Pooh en general fue una gran parte de mi infancia. Ya sea viendo las películas en VHS o viéndolas en T.V., Winnie The Pooh definió parte de mi infancia con sus personajes memorables, sus historias y la definición de la inocencia infantil. La mayoría de nosotros ya conocemos la historia de un niño, nuestro personaje principal, que compartió muchas aventuras en el bosque con todos sus amigos, incluido su mejor amigo, Winnie The Pooh. Sabemos que las historias se basaron en el hijo del autor A.A. Milne y los animales de peluche con los que jugó y sabemos que en algún momento de los libros Christopher Robin dejaría el bosque para ir a la escuela. Pero qué ocurre después de eso? Hasta ahora no se tenía idea de lo que sucedería o si los años cambiarían a los personajes, pero en esta película vemos lo que sucede.
La película sigue a la pandilla de Winnie The Pooh, Eeyore, Piglet, Tigger, Kanga, Roo, Owl y Rabbit y su reunión con un Christopher Robin adulto. Al principio, Christopher no puede creer que ve a Pooh y rechaza la idea de regresar a Hundred Acre Wood. El se esfuerza por equilibrar su responsabilidad adulta de trabajo y el tener una familia que lidiar con sus amigos animales de la infancia y las aventuras que siguieron. Curiosamente, Jim Cummings regresa para interpretar la voz de Pooh. La película es un poco lenta al principio cuando muestra a Christopher Robin dejando a sus amigos, creciendo y adaptandose al mundo de los adultos. Una vez que se reúne con Winnie The Pooh, llegan las risas. Hay mucha emoción incorporada en el diálogo, pero a la vez la película ofrece una dulce y linda entrega de comedia. Hay una falta de trama, pero es perdonable porque esta película es solo una aventura para Pooh y sus amigos.
Sin lugar a dudas, el CGI de los personajes es hermoso de ver. La atención a los detalles, lo cerca que se parecen a los animales de peluche que aparecían tanto en el libro como en las películas animadas y sus adorables personalidades, realmente los hacen agradables de ver. Los diversos "easter eggs" que se ven en esta película también son abundantes. Desde los pocos números musicales hasta las piezas inspiradas en la vida real de Christopher Robin, e incluso el estilo de la animación al principio son solo algunas de las cosas que hay que tener en cuenta. Además, durante los créditos hay una sorpresa adicional, y sin estropearlo, se podría decir que sin ese elemento no habría sido una película de Winnie The Pooh.
En general, diré que esta película garantizará un festival de lágrimas a una gran audiencia, desde familias que llevan a sus hijos, fanáticos que crecieron viendo a Winnie The Pooh, e incluso a los miembros del público que aman las películas de Disney. Al final, Christopher Robin es una película que tiene temas melancólicos, pero visualmente es hermosa con grandes valores de producción artística y cinematografica. Mucha gente probablemente dirá que tiene una trama muy simple con nada sobresaliente y que no es más que una pieza nostálgica, pero algo que si garantiza es enseñarnos a todos que "a menudo nada conduce al mejor tipo de algo". Creo que la película tocará los corazones de los fans de Pooh en todas partes, así sean viejos o nuevos.
Puntuación: 4 alcapurrias.
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