En 1991, el asesino Moody (Samuel L. Jackson) estaba trabajando en Vietnam y se encontró con una chica aterrorizada que logró derribar una habitación de hombres violentos por su cuenta. Al criar a Anna (Maggie Q) como a su propia hija, Moody entrena a la mujer en formas de ser una asesina profesional, formando un equipo mientras recolectan una fortuna. 30 años después, Anna pasa su tiempo libre como propietaria de una tienda de libros raros en Londres, vigilando a Moody, que está envejeciendo y enfermando, pero aún permanece en la vida de asesino. Cuando su tutor es asesinado, Anna se ve obligada a enfrentarse a Vietnam, la tierra que felizmente dejó hace décadas, aprendiendo más sobre los planes de Moody para rastrear al misterioso Edward Hayes (Patrick Malahide). En el camino de su investigación está Rembrandt (Michael Keaton), uno de los principales hombres de una organización criminal que está impresionado con las habilidades de Anna, pero también atraído por ella, lo que complica sus órdenes de detenerla.
Qué obtienes cuando utilizas el talento del director de Casino Royale (2006) de James Bond, el escritor de las películas modernas de The Equalizer, el propio Nick Fury y la estrella de la serie de televisión Nikita? Una espía súper hábil en medio de una narrativa emocionalmente pesada. Esta es la forma más sencilla de describir The Protégé del director Martin Campbell y protagonizada por Samuel L. Jackson y Maggie Q. Simplista no siempre significa más completa, ya que The Protégé juega dentro de su género, aprovechando al máximo del encanto y la arrogancia de Jackson, así como de las habilidades físicas de Q. Todo se combina muy bien, ofreciendo algo de escapismo de calidad con la oportunidad de una nueva franquicia de la que posiblemente querrán ver más.
Anna lleva una vida sin pretensiones como operadora de una librería de antigüedades en Londres. Ella trabaja, sale a correr y ocasionalmente pasa tiempo con su padre adoptivo Moody. Pero debajo de todo eso, son asesinos profesionales que se especializan en llegar a gente mala a la que no se puede llegar. Puede que sean malos, pero lo justifican reconociendo el mal que eliminan del mundo. Pero el mal no desaparece silenciosamente, incluso si crees que está enterrado en el pasado. Anna aprende esto de la manera difícil cuando Moody es asesinado y todas las pistas conducen al único lugar al que nunca quiere ir: su casa en Vietnam.
Se pueden ver elementos familiares de las películas de The Equalizer, como el tipo de horrores que ocurren detrás de la vida normal que una asesina altamente entrenada que navega por la vida con relativa facilidad. Es un acto que en su mayoría tiene éxito debido a todas las cosas que el equipo creativo y el elenco aportan. Esto no significa que la película resida dentro de una narrativa familiar que luego utiliza para cultivar algunas sorpresas sobresalientes. De hecho, para contrarrestar la naturaleza temática seria de la narrativa, la irreverencia del elenco hace que todo sea mucho más agradable, sembrando el deseo de más. Esto también permite a la audiencia creer que Anna es tan inteligente y predictiva como ella y, lo que es más importante, le da poder a Maggie Q para ser una mujer ruda. Para otras películas en el subgénero de venganza/suspenso, los momentos de apertura y cierre serían las piezas más importantes con algunas otras tal vez esparcidas por todas partes.
The Protégé no funciona así, ofreciendo diferentes compromisos físicos que no solo demuestran continuamente que Anna no debe ser subestimada, sino que construye constantemente sus mitos. Cada uno aborda un aspecto diferente de sus habilidades, haciéndolos sentir lo suficientemente diferentes como para infundir emoción con cada enredo. Además, lo impresionante del guión es cómo se centra en la inteligencia de Anna tanto como en su conjunto de habilidades. Por ejemplo, las mejores películas de atracos son como misterios en los que la audiencia puede o no estar involucrada, las situaciones se configuran para que la audiencia no siempre esté al tanto de los planes de Anna, lo que nos pone nerviosos por lo que no sabemos. Una cosa que ayuda al disfrute es que el estilo y la cinematografía renuncian a la recientemente copiada John Wick (2014), ofreciendo algo más fundamentado y típico de los thrillers. Que la película opte por esto hace que la película parezca menos cortada de la casa de Wick y más original, a su manera.
Ciertamente ayuda que el elenco central mantenga la naturaleza elevada de los asesinos atormentados por su pasado mientras corren por sus vidas narrativas con actuaciones que te dejarán riendo. No es que la película vaya intencionalmente a la comedia, es que las circunstancias son tan ridículas y el elenco es tan capaz que no puedes evitar reírte ante algunas de las entregas que provienen por parte del elenco. El público familiarizado con el trabajo de Jackson comprende su rango, sin embargo, su interpretación como Moody es graciosa y amable, a la vez que es un asesino a sangre fría. Es el tipo de actuación que sería increíble en las manos de otra persona, pero que se siente cómoda en las suyas. Maggie Q también balancea a Anna entre asesina y mujer encantadora con mucha facilidad. Lo que no sorprenderá a nadie es que sus mejores escenas son cuando está frente a Jackson o su compañero coprotagonista Michael Keaton. Aquí es donde la narrativa se vuelve realmente interesante. Además, le permite a Keaton aprovechar una astucia que no hemos visto en algún tiempo. Sus primeros trabajos se apoyaron en comedia para hacer reír. Agreguen la larga experiencia del actor y tendrá un compañero de escena que claramente está preparado para cualquier cosa. Pocos actores podrían hacer una escena de cita/interrogatorio tan mortal, sexy y divertida como Q y Keaton.
A pesar de todo lo que funciona, la historia detrás de la historia es donde las cosas se debilitan. Anna tiene muchos traumas. No es por su trabajo como asesina, es completamente buena con eso dado el código moral que aprendió de Moody, sino por el incidente otorgado a su carácter. Es espantoso y desgarrador, lo que la convierte principalmente en un desajuste tonal para el resto de la película. Pensándolo bien, uno podría suponer que el trauma de Anna está conectado con el villano más grande de la película, pero eso no está explícitamente hecho y, por lo tanto, parece algo inventado para poner a Moody en la vida de Anna. Lo más preocupante, sin embargo, son las preguntas que surgen sobre por qué los personajes se encuentran en primer lugar, especialmente cuando las circunstancias establecidas en la secuencia inicial se exploran más allá de la superficie. Tengo la esperanza de que en los comentarios del director, un documental o escenas eliminadas en el blu-ray puedan explicar la relación entre Moody y Anna de manera más concreta.
En general, este es el tipo de película en la que obtienes exactamente lo que pagas: algunas emociones, algo de intriga y pasar un buen rato. Si Martin Campbell y Maggie Q quisieran usar esto como un punto de partida para más historias, definitivamente estaría de acuerdo. Con la excepción de unas pocas, las secuelas ofrecen la oportunidad de expandir las cosas que no funcionaron del todo en la película inicial y, con algunas cosas que necesitan ese tipo de ajuste aquí, una continuación parece algo obvio. Al final, The Protégé ofrece mucha acción, persecuciones en motora, combates cuerpo a cuerpo y acrobacias interesantes. Puede llevar un poco de tiempo ponerse en marcha, pero vale la pena la espera con su clasificación R y un elenco en su mejor momento, especialmente Michael Keaton, que se roba todas las escenas. No es una película de acción clásica, pero hay mucho para disfrutar con algunos diálogos ingeniosos, peleas y varios giros para que sigan adivinando.
Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.
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