Vivien (Katie Douglas) y Sophia (Celina Martin) son dos niñas que han pasado años viviendo y formándose en la Academia Vestalis para niñas. La escuela, similar a una prisión, aprueba un estricto código de conducta que prepara a las niñas para su eventual adopción por parte de familias ricas. Las niñas están siendo entrenadas para ser hijas perfectas y mujeres jóvenes mientras obedecen un conjunto estricto de reglas, esforzándose por ser obedientes, dulces y limpias. A medida que las niñas alcanzan el prestigioso nivel 16 de su entrenamiento, el tiempo se acerca para sus adopciones. Mientras que la mayoría del grupo está emocionada, Sophia está preocupada. Ella ha estado notando cosas raras en la escuela, como ruidos extraños en la noche, chicas que se las llevan del cuarto mientras duermen y que les administran medicamentos extraños. Ella comparte sus preocupaciones con Vivien, quien, aunque inicialmente se resistió a la idea de cuestionar a las figuras de autoridad, no puede negar que algo en la escuela parece extraño.
Level 16 tiene un gran concepto, pero su mala ejecución hace que defraude. Armada con temas sorprendentemente fuertes en torno a la belleza y la vanidad, la película nunca alcanza su potencial gracias a su ritmo lento y su guión poco impresionante. La historia en sí misma tiene lugar en la misteriosa Academia Vestalis, un internado parecido a una prisión donde las niñas son criadas desde una edad temprana, avanzando a través de niveles que actúan como años escolares. Prometiéndoles una nueva oportunidad de vida si llegan a la escuela, las chicas se aferran a su esperanza de una vida mejor más allá de las paredes grises. Después de ser separadas de niñas, Vivien y su ex amiga Sophia se reúnen a medida que Vivien sube de nivel y, a medida que comienzan a desafiar las reglas que se les dan, van en busca de la verdad. Solo que la verdad resulta más horrorosa de lo que jamás podrían imaginar.
En papel, la película en realidad tiene un concepto muy intrigante. Soy un verdadero entusiasta de la ficción distópica y si bien Level 16 toma algunas de sus ideas de The Island, no logra generar la misma riqueza y interesante belleza estética que esa película logró. Algo de esto se debe a un ritmo realmente lento y un guión que impide que la película sea mejor. Con tanto entusiasmo por mostrar a la Academia en todo su esplendor, la película tarda mucho tiempo en ponerse en marcha e incluso cuando la emoción llega a su punto máximo, nunca logra alcanzarlo como debería. Vivien se siente muy similar a Katniss Everdeen de The Hunger Games. Su silencioso resentimiento, su creciente desafío y su valentía, realmente nos ayuda a apoyar su personaje. Si bien Sophia y los dos antagonistas principales de la Academia no hacen lo suficiente como para hacerte sentir antipatía hacia ellos, las motivaciones y personalidades están lo suficientemente desarrolladas como para que cada personaje se sienta convincente y se muestre de manera realista.
En general, a pesar de sus muchos problemas, la película tiene un pequeño giro al final, una pequeña recompensa por verla hasta el final. La historia general es sorprendentemente buena, pero de manera frustrante se siente muy tediosa. Quería que me gustara, pero a pesar de algunos momentos destacados, no hace lo suficiente para justificar su tiempo de duración de 1 hora y 42 minutos. Al final, Level 16 podría haber tenido más impacto si tan solo tuviera personajes y un guión más fuerte. Podría usarse para hablar de feminismo y autonomía pero desde una perspectiva de entretenimiento... es muy aburrida. Incluso presenta el problema de que las mujeres ayudan voluntariamente a los hombres a continuar un ciclo de opresión, ya sea para su aprobación o porque se les ha lavado el cerebro profundamente. Si no, reconocen que lo más cerca que pueden llegar a tener poder es oprimiendo a los suyos en nombre de su opresor. La película tenía potencial, pero todo se desperdicia al mantener las cosas solo en la superficie y consistentemente insinuando que podría ir más lejos, pero tristemente no sucede.
Puntuación: 1 alcapurria y media mordida.
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