En la década de 1980, Calvin Barr (Sam Elliot) vive en un pequeño pueblo cerca de la frontera de Canada, tratando de pasar los días con su perro leal y visitando un bar. Es un hombre reservado con una historia que está tratando de olvidar, pero el pasado no lo dejará atrás, recordando sus días como agente especial (Aidan Turner) en la Segunda Guerra Mundial, donde realizó una misión para infiltrarse en una fortaleza nazi y asesinar a Adolf Hitler. Tratando de olvidar ese acto de violencia extrema, Calvin tiene dificultades para volver a la vida cotidiana, amenazando su relación con la maestra Maxine (Caitlin FitzGerald), quien lo ama con locura. Intentando bloquear toda la decepción y el dolor en su vida, Calvin vuelve al servicio secreto cuando el agente del F.B.I. Flag Pin (Ron Livingston) llega con una misión: ingresar a una zona de Canada y matar a Bigfoot, que actualmente está huyendo y amenazando con propagar una plaga mortal.
Siempre he sido fanático de las películas que toman mitos o leyendas y las convierten en algo que parece realista. Sin embargo, un cerebro solo puede suspender tanta incredulidad antes de que todo se vuelva estúpido. Afortunadamente, en The Man Who Killed Hitler And Then The Bigfoot se toma en serio el 100% del tiempo, esperando que uno como espectador sepa que esta premisa es estúpida en el fondo. Tuve muchas emociones encontradas al ver esta película, pero sorprendentemente le voy a dar una buena recomendación. He aquí por qué, aunque sea casi demasiado extraña para algunos espectadores, creo que The Man Who Killed Hitler And Then The Bigfoot vale la pena.
En primer lugar, tener una película interpretada por el increíblemente talentoso Sam Elliott siempre es una ventaja. Sus actuaciones siempre elevan el material, no importa cuán buena o mala sea la película en realidad. Dicho esto, su seriedad y compromiso con este personaje fue lo que realmente me hizo disfrutar de esta película. La premisa es tan simple como un hombre que mató a Hitler en la Segunda Guerra Mundial y que ahora vive una vida simple y solitaria como un hombre mayor que es reclutado para cazar y matar a Bigfoot. La noción de que se trata de una película con una premisa seria es absurda, pero si pueden dejar eso atrás, este es un fantástico estudio de carácter.
Sí, esta es una trama que posiblemente sofoque a muchos espectadores y el final de la película se desvía un poco de su premisa original, pero el personaje de Calvin Barr realmente me tenía intrigado. Desde su pasado romántico hasta cómo se comporta hoy en día, estaba inmerso en el estilo de vida de este hombre. El diálogo se sintió como algo escrito para un dramático candidato al Oscar en ocasiones, y la devoción de Elliott por este personaje vendió ese aspecto aún más. Desde el primer acto sombrío hasta el giro de los acontecimientos en el segundo, estaba preparado para cualquier cosa en el tercero, pero no estuvo a la altura, al menos no del todo.
El tercer acto de esta película es más o menos lo que se podría esperar, dado su título ridículo, ya que la forma en que se maneja, se edita y se resuelve todo fue una decepción. Hay múltiples momentos los cuales esta película pudo haber elegido para terminarse, pero continuó. Aquí es donde encontré el mayor problema con la película. Es como si este guión estuviera finalizado y alguien siguiera dando su opinión sobre cómo debería terminar realmente la película. Debido a esto, estuve perdiendo interés durante los últimos 20 minutos.
En general, es una película mucho más entretenida de lo que esperaba. Acoge el título de una manera que no esperaba y podría funcionar fácilmente como un estudio dramático de personajes, y para aquellos que simplemente disfrutan de las actuaciones de Sam Elliott. El tercer acto perderá absolutamente a muchos espectadores, pero acepté lo suficiente de lo que vi y me divertí un poco con ella. Al final, The Man Who Killed Hitler And Then The Bigfoot es una película que recomendaría. Es una película con un título llamativo y una premisa que es más un drama impulsado por los personajes que acción y entretenimiento. Solo deben saber que se trata de dos géneros cinematográficos unidos que forman una experiencia un poco extraña.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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