Billy Wenan (Chance Hurstfield) es un niño con un padre ausente, que vive una vida de grandes logros, de lujo y que odia perder. Trabajando en secreto para intimidar a sus compañeros de clase, Billy está en contacto con Skinny Man (Walton Goggins), un sicario trastornado que está obsesionado en secreto con Santa Claus, incapaz de superar un trauma infantil. Cuando Billy recibe un trozo de carbón para Navidad, contrata a Skinny Man para asesinar a Santa, un trabajo que el asesino acepta felizmente. Tratando de juntar pistas sobre el paradero de Santa, Skinny Man comienza a viajar hacia el norte. En una ciudad remota, Chris Cringle (Mel Gibson) mantiene el orden en su taller, pero la bondad de la época navideña está por el piso en el mundo y esto amenaza sus ganancias. Al aceptar un contrato militar para ayudar a pagar las facturas, Chris se enfrenta a la muerte mientras trata de ser práctico con su deber, cuidando a sus elfos, y a su esposa Ruth (Marianne Jean-Baptiste) que sigue apoyandolo pero preocupada y temiendo que Chris se pierda en su desesperación.
Permítanme ser sincero en algo aquí. Fatman es el tipo de película que la mayoría de la gente va a ver solo por el impacto, y la interpretación deliberadamente ofensiva de Mel Gibson como un cínico y moribundo Chris Cringle, también conocido como Santa Claus. Literalmente, no hay otra razón para que exista esta película. No ofrece la versión graciosa y obscena de Santa que hace Billy Bob Thornton en Bad Santa (2003), pero es un poco sombría y con un ritmo extraño. Si alguna vez quisieron ver a Santa en medio de un tiroteo con un asesino enojado mientras los elfos huyen aterrorizados, esta es la película para ustedes.
El querido Santa Claus la está pasando muy mal. Él y la Sra. Claus, también conocida como Ruth, pueden haber estado dando regalos durante milenios, pero están tan afectados por la crisis económica como cualquier familia normal. No solo eso, sino que muchos niños ya no están en la lista de "buenos" como solían hacerlo, ya que hay un número creciente de niños que están tomando malas decisiones. Desafortunadamente, esto ha provocado que Santa esté muy por debajo del presupuesto para la época navideña. Sí es cierto, el gobierno le paga a Santa para que haga lo suyo cada año. Pero incluso ellos le están dando un ultimatum, y eso ha convertido a Chris en un viejo alcoholico, cascarrabias y malhumorado. Para empeorar las cosas está Billy, un niño rico que vive con su despistada abuela y básicamente abandonado por su ocupado padre. Billy trata mal a las sirvientas y además amenaza con torturar a la chica que le gana en la feria de ciencias de la escuela. Tampoco es como una tortura en broma, porque el chico tiene un asesino en sus contactos y él no hace amenazas. Cuando Santa se atreve a dejarle a Billy un trozo de carbón como regalo, el niño decide darle un golpe al Fatman.
Lo curioso de todo es que Santa no es tan difícil de encontrar. Vive en North Peak al aire libre, frecuenta un bar, tiene amigos en la oficina de correos y tiene la incómoda habilidad de conocer a todos y todo sobre ellos. Eso lo hace bastante difícil de esconder. La mayor parte de la película nos muestra al asesino a sueldo de Goggins, conocido como Skinny Man, viajando hacia el norte, complaciéndose en sus diversas peculiaridades, mientras asesina a las personas a las que pide ayuda. Hay una pista de que Goggins está tratando de sacarle más provecho a esta película de lo que los escritores/directores Eshom e Ian Nelms le han dado. Es una comedia inteligente y oscura que aborda los mismos problemas del consumismo navideño que A Charlie Brown Christmas (1965), vista a través de los ojos de un asesino a sueldo y un Santa Claus gruñón que podría haber sido fantástica.
Pero Fatman, por más que lo intente, no es esa película. Es lenta, no particularmente ingeniosa y no cobra vida hasta el final. Está claro que los Nelms tenían planes para explorar cómo los males sociales y el declive económico han impactado al hombre más alegre de la Tierra, pero poco de eso llega a través de las quejas ocasionales de Chris. Hay momentos dulces entre Chris y Ruth, ya que siempre está ocupada haciendo galletas, cuidando a los elfos trabajadores y ayudando a su esposo a aliviar su tensión. Además, hay una conversación muy divertida entre los jefes militares y el elfo principal sobre su dieta, que consiste en golosinas azucaradas y productos horneados. Lamentablemente, estas interacciones son pocas y distantes entre sí.
En general, esta es una película navideña que se ajusta al tono del 2020, que ofrece una versión frecuentemente sombría de la magia de Santa Claus, su operación en el polo norte y aquellos que se sienten rechazados por el espíritu de la navidad. Los escritores/directores Eshom e Ian Nelms crean una visión oscura de preocupación, pero no sofocan al espectador en el proceso, preservando un poco de humor y corazón mientras construyen una visión diferente de las figuras e iconografías navideñas. La película tiene sus defectos, pero encaja perfectamente en el mundo actual, mezclando la rabia con una pizca de optimismo. Al final, Fatman no es una película de acción. Es más de un estudio de carácter con destellos ocasionales de agresión, especialmente con el final Segio Leone-esco. El guión es más sobre el psicoanálisis, destacando a las personas atribuladas que tratan sus asuntos de maneras destructivas. Pero no todo es oscuro, también tiene momentos de comedia, y Mel Gibson es una elección maravillosa para el papel principal. Esto no es lo que muchos podrían esperar, pero la película entrega una extraña emocionalidad y amargura, brindando una visión diferente de Santa para agregar a la exploración general de la leyenda.
Puntuación: 3 alcapurrias.
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