Al perder a sus padres en un accidente automovilístico en 1968, Charlie (Jahzir Kadeem Bruno) se muda con su abuela Agatha (Octavia Spencer) a Alabama y comienza una nueva vida. Mientras se reconectan, Charlie sobrevive una interacción con una bruja que le ofrece al niño un dulce especial. Tomando medidas, la abuela traslada a Charlie a un hotel remoto con la esperanza de usar sus poderes curativos para controlar la situación. También en el hotel está la Grand High Witch (Anne Hathaway), que preside un evento de fin de semana con otras brujas, haciendo un plan para destruir a los niños del mundo usando una poción especial escondida en los dulces para convertirlos a todos en ratones. Charlie, con su amiga Daisy (voz de Kristen Chenoweth), se entera del plan, y pronto se convierte en un ratón por la Grand High Witch. Corriendo en busca de seguridad con Daisy y otra víctima, Bruno (Codie-Lei Eastick), Charlie regresa con su abuela, y el cuarteto se pone en marcha para detener la convención de las brujas.
Las adaptaciones de Roald Dahl siempre son difíciles de llevar al cine, porque el trabajo del autor a menudo se tambalea entre fantasías infantiles y pesadillas. Teniendo esos elementos mal equilibrados tenemos la película dolorosamente aburrida de HBO Max The Witches, dirigida por Robert Zemeckis. Aquí obtenemos algo que tanto niños como adultos estarán demasiado aburridos de ver, a pesar de los divertidos intentos de Anne Hathaway de hacerla algo agradable.
Para el joven Charlie, la vida lo ha golpeado más de lo que debería para un niño de su edad. Charlie, es el único sobreviviente de un accidente que mató a sus padres, y es recogido por su abuela Agatha para vivir con ella en Alabama. Cuando Charlie se encuentra con una bruja en su vecindario, Agatha confirma que las brujas son reales. Se visten como mujeres adineradas, usan mucho maquillaje, esconden sus bocas y colmillos anchos y usan guantes para ocultar sus garras. También desprecian a los niños, especialmente por su olor, y quieren verlos a todos destruidos. Con la esperanza de salir del radar de la bruja, se registran en un hotel elegante, solo para descubrir que la Grand High Witch también está allí, acompañada por un montón de brujas que tienen un plan para convertir a todos los niños del mundo en ratones. Charlie, que quizás es demasiado ingenuo e inocente para su propio bien, finalmente es atrapado y convertido en un ratón. Junto a su amigo con sobrepeso Bruno y la belleza sureña Daisy, Charlie debe detener el plan de las brujas y, con suerte, volver a la normalidad.
Zemeckis parece que no puede hacer una película buena últimamente. Ha estado en una racha horrible desde la terrible Welcome To Marwen (2018). En ese caso, los instintos de Zemeckis estaban fuera de lugar y terminó haciendo una película que iba en contra de las razones por las que cualquiera querría verla. Lo mismo ocurre con The Witches, que nos brinda la oportunidad de ver a Anne Hathaway llegar a alturas deliciosamente malvadas en un papel aterrador que Anjelica Huston interpretó espectacularmemte en la adaptación cinematográfica de 1990 de Nicolas Roeg. Si bien Hathaway realmente se está divirtiendo con su acento exagerado y su sentido de la moda al estilo de Melania Trump, lo que asusta es que su actuación está enterrada bajo un montón de terribles efectos de CGI.
Tras años de películas en motion capture nobles pero desastrosas que hundieron su carrera, Zemeckis ha estado luchando por incorporar efectos de computadora con el live action desde entonces. Los ratones en The Witches se ven de mala calidad y no se mezclan bien con los entornos naturales, mientras que las brujas en sí son más cómicas que aterradoras. Todo esto es lamentable ya que la película cuenta con la presencia del gurú de los efectos de criaturas Guillermo Del Toro, quien aporta su talento al guión junto con Zemeckis.
La película comienza con una narración exuberante de Chris Rock, estableciendo la película en el año 1968 y en el sur de los Estados Unidos durante la era de los derechos civiles. Centrar la película con los personajes principales siendo negros es una movida brillante, y los momentos iniciales recuerdan un poco a la serie Lovecraft Country de HBO. Si tan solo hubieran podido mantener eso, pero The Witches hace poco uso de ese ángulo. Las brujas no tienen ningún interés especial en los niños negros, ellas odian a todos los niños en general. Es mucho más lo que se podría haber hecho para aprovechar mejor el período y las tensiones raciales que rodean esta aventura sobrenatural.
Sin embargo, hay toques inteligentes que apuntan a una película más divertida y subversiva. La Grand High Witch se hace pasar por la directora de la Sociedad Internacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños, que recuerda a aquellas organizaciones aparentemente altruistas cuyo objetivo público es completamente opuesto a sus objetivos privados. Las brujas solo se alimentan de niños pobres, nos dicen, porque a nadie les importan cuando desaparecen. Es una teoría triste pero meritoria que se ve socavada por la estrategia de "matarlos a todos" en la que se basa toda la película.
Respecto a las actuaciones, Stanley Tucci aligera el estado de ánimo de la película como el ridículo gerente del hotel, el Sr. Stringer, quien se enreda en toda la trama tratando de mantener el hotel funcionando sin problemas mientras aplaca todos los deseos torturosos de las brujas. Octavia Spencer como Agatha es el personaje conmovedor y de amor duro que esperamos de ella, pero está rodeada de un elenco joven que no ofrece mucho con qué trabajar. Solo ella y Anne Hathaway tienen una idea del tono aterrador y fantástico que debe tener esta película, y sus actuaciones son probablemente lo único que la mayoría recordará sobre esta versión de Zemeckis de The Witches, al menos hasta que otro director intente hacerla nuevamente.
En general, este es uno de los remakes más inútiles que he visto en mi vida. Simplemente le quita mérito a la original y eso no es lo que se quiere cuando se está haciendo un remake. Además, hay muchas cosas sucediendo en esta película y se ve estúpido. El uso de animatronics sólo funcionó en la película original para hacerla más agradable de ver, y también creo que es increíblemente vago el usar demasiado CGI. Esa palabra resume mucho esta película. Al final, The Witches tenía mucho potencial, pero por desgracia cae bajo con su uso excesivo de terribles efectos CGI. Ni siquiera la actuación de Anne Hathaway puede salvar esta versión bajada de tono. Mejor vean el clásico original de 1990.
Puntuación: 1 alcapurria.
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