Sunday, June 23, 2019

Review: The Wind



Lizzy Macklin (Caitlin Gerard) es una mujer que vive en las llanuras aisladas en algún lugar de la frontera occidental (Nuevo Mexico) a fines del siglo 19 con su esposo, Isaac (Ashley Zukerman). Siendo las únicas dos personas que viven en su área por muchas millas, Lizzy y Isaac aprenden a vivir en su granja con total autosuficiencia. Un día, una joven pareja de recién casados, Emma (Julia Goldani Telles) y Gideon Harper (Dylan McTee) compran la cabaña adyacente a la finca de los Macklin para crear una pequeña comunidad de cuatro mientras Emma esta embarazada de su primer hijo. Lentamente, Emma comienza a reaccionar de manera extraña a su nuevo hogar aislado, sacando su ira con Lizzy durante su embarazo. Lizzy, perturbada por el comportamiento de Emma, ​​comienza a darse cuenta de que su tierra, a través de una fuerza sobrenatural malévola, está atormentando y burlándose de las respectivas familias de maneras diferentes y extrañas. Sin la ayuda del mundo exterior, Lizzy debe probar la existencia de esta fuerza maligna y destruirla antes de que destroce su simple calidad de vida.

La primera vez que vi el trailer de The Wind, me intrigó la mezcla de los géneros del western y el horror. Si bien esa mezcla sí produce una atmósfera tensa y premonitoria en la que se desarrolla una gran historia, el acto final es realmente decepcionante, no importa de qué manera uno lo mire. Leí en algún lugar que se basa en una película de 1928, y se creó en la línea de The Witch (2015) y quizás Hereditary (2018) para comparar ejemplos recientes de películas. The Wind quiere que uno intente averiguar si los antagonistas están mentalmente enfermos o si realmente existe una fuerza sobrenatural en la pradera. La cinematografía, sin lugar a dudas, captura la belleza de la pradera del medio oeste a principios del siglo 20 en América.

Toda la trama y la atmósfera en la película es realmente muy fuerte. Además, toma un enfoque no lineal al tiempo, y a pesar de que solo dura aproximadamente 1 hora y 27 minutos, se las arregla para tomar su tiempo y desarrollar los personajes. Es espeluznante en algunas partes, reflexiva en otras, y realmente establece un escenario en el que la mayoría de los espectadores sentirán una curiosidad genuina de cómo saldrá todo. Ayudando en todo el asunto está Caitlin Gerard como Lizzy Macklin, quien prácticamente se roba el espectáculo aquí. Ella es parte integral de casi todas las escenas y es con quien uno realmente se simpatiza. Si la película fuera mejor en general, esto podría ser un trabajo de interpretación que hubiera sido premiado de alguna manera.

Desafortunadamente, el final de esta película es una decepción enorme. No me molesta para nada la ambigüedad de las interpretaciones, pero el pecado más grande aquí es que solo se presenta una cara de esa moneda todo el tiempo, y el supuesto "giro" no funciona. Toda la película nos presenta una historia en la que parece bastante sencillo lo que está sucediendo (o al menos podría estar sucediendo). Luego, de la nada sacan esta suposición de "tal vez solo está sola/loca". Si este hubiera sido un tema, podría haber funcionado, pero solo se sintió como una manera de terminar la película rapidamente.

Otro problema con esta película es el guión y la edición al intentar lograr un tipo de misterio y tensión al presentar la secuencia de eventos fuera de un orden lineal. Por supuesto, los flashbacks pueden ser efectivos en la narración de una historia, pero aquí es demasiado. Hay demasiadas tomas similares de miradas melancólicas, momentos confusos y descubrimientos cronológicamente fuera de lugar que me confundieron y probablemente eran innecesarios. Aprendemos que la enfermedad mental, la ansiedad y la depresión están presentes en el aislamiento de la vida de la pradera. Incluso hay alucinaciones y secuencias de sueños inspirados en el cloroformo, y los escritores nos ayudan con fragmentos de historias de fondo yuxtapuestas. Pero al final, es demasiado.

En general, esta película puede no ser para todos los fanáticos del género de horror porque es muy lenta y está orientada hacia los flashbacks, lo que crea cierta confusión y aburrimiento. Sin embargo, los actores fueron convincentes y la cinematografía dio un sentimiento de verdadera desolación. Varias de las escenas fueron muy bien creadas sin depender del gore o sustos esporádicos. Pienso que fue inteligente mezclar una pieza del período occidental estadounidense con un tono demoníaco y neurótico. Al final, The Wind es un thriller psicológico pasable de ritmo sumamente lento. Por lo tanto, aunque disfruté de la trama, la atmósfera y las actuaciones, un final más adecuado podría haberla mejorado grandemente, creo. Lamentablemente, el final se siente fuera de lugar en vez de algo realmente bien pensado.

Puntuación: 2 alcapurrias y media mordida.

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