Ahora firmemente dedicado como un mercenario con un corazón de oro, Deadpool (Ryan Reynolds) está listo para tener un bebé con su novia, Vanessa (Morena Baccerin), que enfrenta la domesticidad mientras pasa todos los días atacando delincuentes. Sin embargo, las realidades del trabajo salen a la luz con el descubrimiento de Russell (Julian Dennison), un joven mutante que ha sido salvajemente maltratado en un hogar para mutantes, y finalmente se ha vuelto loco, convirtiéndolo en una amenaza para la sociedad. Al tratar de sacar a Russell de su enfado, Deadpool con la ayuda de su amigo Colossus (Stefan Kapicic), es arrojado por las fuerzas gubernamentales en una prisión mutante con Russell. La pareja tiene tiempo para conocerse, con Russell hambriento de destruir a quienes lo lastimaron, pero una amenaza mayor llega en la forma de Cable (Josh Brolin), un soldado cibernético del futuro que llegó al 2018 para completar una misión especial.
Parece que el 2018 es el año de Marvel con Black Panther y Infinity War haciendo volar en mil pedazos los récords de taquilla. Hacer una secuela de una película que puso en marcha el movimiento de las películas de superhéroes con clasificación R no es una tarea fácil. Deadpool 2 es una película maravillosa, pero tiene sus problemas. No muchos, pero queda bastante por debajo de la original. Probablemente porque ahora se sabe qué esperar del personaje. La última vez el humor de Deadpool, sus acciones y el festival de gore fueron experiencias nuevas para los fans del cine. Esta vez es más de lo mismo, pero la película trata de seguir nuevos caminos. Algunos de esos nuevos caminos funcionan y otros realmente no.
La historia de Wade en esta película es mucho más seria que la de la original. La película restringe la comedia en torno a la trama seria y de repente el lado serio de la historia da paso a numerosos chistes, referencias a muchas películas y comics (incluyendo a DC y Batman) y momentos incómodos de intimidad entre Wade y otros personajes de la historia. Por muy graciosos que sean, hay tantos momentos de risas en esta película que olvidarán por completo que incluso hay una historia en alguna parte. Después de una tragedia personal, Wade ocupa una posición de aprendiz con los X-Men, lo que se convierte en un contratiempo más tarde y se encuentra en prisión junto a un joven mutante piroquinético llamado Russell. Restringido de sus habilidades, un soldado que viaja en el tiempo llamado Cable llega del futuro en verdadero estilo Terminator para asesinar al joven cuyo futuro trae muerte y destrucción. Debido a esto, Wade debe reclutar a algunos aliados para luchar junto a él y así se forma el X-Force.
Vemos la alineación del X-Force, pero debo hacer una mención especial a Zazie Beetz, quien interpreta al personaje de Domino. Su superpoder es la suerte (un poder cuestionable) pero que juega un papel extraordinario en algunas de las mejores secuencias de acción dentro de la película. Mantengan un ojo en cada escena en la que se encuentra, ya que sobresale sobre el resto del X-Force y sus secuencias divertidas. Hay una razón por la que no mencionaré demasiado al X-Force porque sería un spoiler así que... a lo próximo. Me gusta el hecho de que Deadpool nunca se toma en serio en ninguna forma. Su forma de auto burlarse es admirable y definitivamente me encantó la secuencia de apertura James Bond-esca que inicia la película. La película se atreve a burlarse de algunas de las bromas más oscuras, y empuja la calificación R al máximo y más allá.
Sin duda alguna, Deadpool 2 una vez más muestra al mundo que este es el papel que Ryan Reynolds nació para interpretar. Si tuviera la más mínima cosa negativa que decir, diría que la película sufrió de el toque dorado de Tim Miller. Fue una noticia triste saber que él dejó este proyecto al principio y hay un gran agujero donde hacía falta su magia. El estilo visual no es malo del todo, pero las secuencias de acción y la forma en que se filma la película son muy diferentes a la primera. No hay mucho de qué quejarse, pero un poco de magia se perdió con seguridad. No se siente tan loco en la forma en que se filma y realmente lo necesitaba para complementar todo lo que estaba presenciando en la pantalla.
En general, es una buena secuela y contiene bastante humor, momentos de acción y muchos mutantes, pero el foco de la lección moral, una menos aproximación arriesgada y una primera mitad lenta no es lo qué yo esperaba. Al final, Deadpool 2 no es una mejor película que la primera, pero es absolutamente más entretenida, y en general una experiencia cinemática más eficaz. Y una cosa significativamente que nos dá podría ser las escenas después de los créditos, que son las mejores que he visto. Son extremadamente graciosas, así que si abandonan la película temprano se las van a perder.
Puntuación: 4 alcapurrias.
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