Friday, September 1, 2017

Review: 1974: La Posesión De Altair



Altair (Diana Bovio) y Manuel (Rolando Breme) son una joven pareja que desapareció sin dejar rastro junto con dos personas más, Callahan (Guillermo Callahan) y Tere (Blanca Alarcón), en el año de 1974. Todo era normalidad en este matrimonio, hasta que Altair comienza a tener la visita de un ángel en sus sueños que le dice de construir una puerta de ladrillos pintados de negro, donde Altair dice, para comunicarse con el más allá. Gracias a una colección de videos personales grabados en 8mm se puede ver y entender que fue lo realmente pasó, dando muestra a un hecho insólito.

Justo cuando uno esta cansado y aburrido de las películas de narcos y la pobreza de películas temáticas mexicanas, surge una nueva perspectiva de un cineasta que forma parte de una nueva generación de directores mexicanos. El director Victor Dryere empuja los límites de una herramienta narrativa un tanto usada (el pietaje encontrado), mejorándola con un diseño de sonido detallado y una música inquietante que hace que uno pase por alto el ritmo lento del primer acto y la simplicidad del guión, a una completa experiencia cinemática y sensorial.

Las actuaciones son muy buenas. Diana Bovio es la que más brilla, ya que es la que sufre la transformación más dramatica. De una joven risueña y alegre pasa a ser desagradable y afligida. Rolando Breme también se muestra muy centrado en su papel de un marido que sufre y que, en ocasiones, se ve superado por las circunstancias. Y eso es algo que me gustó de la película, el personaje más fuerte es la mujer, al contrario de lo que suele ocurrir en este tipo de películas. Al dúo protagonista se le suma Guillermo Callahan como el personaje cómico con momentos muy divertidos que ayudan a calmar las situaciones más tensas.

El resultado de la película es más que satisfactorio y una vez que la película termina y el misterio enigmático que rodea a los personajes es finalmente revelado, uno se queda con la satisfacción de una buena y simple narración. Los momentos de horror son pocos, pero están tan bien construidos, tanto visual como auditivamente, que tienen una cualidad que es rara en películas de terror mexicanas en general. Ademas, el hecho de que la película en realidad se rodó completamente en 8mm le da a la película una cruda autenticidad que es rara y extraordinaria.

En general, 1974: La Posesión De Altair es una película de bajo presupuesto pero muy buen hecha. Es un pietaje encontrado que merece ser visto. Lo único negativo es que hay situaciones dramáticas tan extremas que es difícil creer que si ocurrieran en la vida real los protagonistas piensen en seguir grabando en lugar de soltar la cámara y salir corriendo. Pero es algo que ocurre en este tipo de películas. En fin, es arrriesgada en su forma, original en su fondo y tiene un giro final que realmente sorprenderá, es totalmente inesperado.

Puntuación: 4 alcapurrias.

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