A Jennifer Hills (Sarah Butler) le resulta difícil seguir adelante con su vida después de sobrevivir a los terribles acontecimientos de su violación años atrás. En una terapia de grupo, Jennifer se hace amiga de Marla (Jennifer Landon), también una víctima de violación. La amistad con Marla le ayuda a finalmente salir de su caparazón, pero cuando ella es asesinada y violada por su ex novio y declarado inocente por falta de pruebas, Jennifer decide tomar la ley y la venganza por sus propias manos.
Sarah Butler interpreta Jennifer Hills por segunda vez en la tercera película de la serie sangrienta de violación y venganza. Pero en lugar de sufrir a través de escenas de violación prolongadas y brutales, seguimos a Jennifer tratando de retomar las riendas su vida. Sin embargo, Jennifer simplemente no puede encontrar la paz en su vida y en su lugar va tras el ex novio de su amiga muerta, lo que la hace perder el control de la realidad para dar paso a una serie de eventos de muerte, violación y mutilación genital. La violencia es aún más gráfica que en las dos primeras películas (y eso es mucho decir). Con todo y eso, hay mucha menos acción pero intenta contar una historia, algo que faltaba en las otras películas.
En general, tiene una buena historia, mucha sangre, varias escenas fuertes (en especial para los hombres) y actuaciones decentes.
Puntuación: 2 alcapurrias y media mordida.
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