Thursday, September 23, 2021

Review: Bob Ross: Happy Accidents, Betrayal And Greed


Como el presentador del programa de PBS The Joy Of Painting durante 11 años (de 1983 a 1994, y en ese tiempo filmó 403 episodios), Bob Ross se convirtió en un artista inolvidable. Ross, un ícono, era conocido por hacer sus pinturas en menos de 30 minutos frente a la cámara en su programa que obtuvo una gran audiencia y seguidores para el artista. Pero mientras el artista de cabello afro susurraba sabiduría artística en la televisión mientras enseñaba a la gente a pintar y disfrutaba cada parte de lo que hacía, algunas personas buscaban su nombre y semejanza solo por el aspecto monetario. Bob Ross: Happy Accidents, Betrayal And Greed habla sobre la vida de este artista y nos lleva a través de los pasillos de su ascenso a la fama y su dedicación a su arte junto con todo lo demás que estaba sucediendo y que finalmente lo llevó a luchar por su nombre en su lecho de muerte. El hijo de Ross, Steven, nos lleva a la esencia de la vida de su padre, brindando información limitada sobre su servicio en la Fuerza Aérea y sus años de formación en Alaska, lo que lo llevó al amor por la pintura y a una amistad con el artista Bill Alexander. Con la ayuda de Walt y Annette Kowalski, Ross comenzó su viaje televisivo, que pronto alcanzó éxito y se convirtió en parte de la vida de su audiencia. Pero las cosas se complicaron cuando los Kowalski comenzaron a usar el nombre de Ross con fines comerciales para generar dinero.

Quién no veía a Bob Ross? En qué piensas cuando escuchas el nombre de Bob Ross? En mi caso, pienso en montañas, nubes, árboles felices y su cabello gigante (no sabía que su afro era peluca, siempre pensé que era un afro real y natural). Sus pinturas suaves y relajantes inspiraron a millones o quizás adormeció a otros con su voz susurrante. Su programa fue y sigue siendo disfrutado por muchos en todo el mundo. Lo convirtió en un ícono para la generación de MTV y luego en un meme para las audiencias más nuevas. Su presentación de The Joy Of Painting durante las décadas de 1980 y 1990 duró 31 temporadas y se convirtió en un fenómeno global, principalmente en parte por el carisma de Bob Ross y lo fácil que hizo que las pinturas fueran una obra maestra. Desafortunadamente, hay un lado oscuro que el director Joshua Rofé explora en este documental de Netflix.

El título de este documental sugiere que detrás de la tranquila presencia del pintor se esconde un drama y muchos escándalos. La reputación de Bob no está empañada en lo absoluto, así que a los fanáticos incondicionales, no se preocupen. Esto es una mirada muy bonita a su persona. Ahora... sin ofender a Bob Ross, siempre pensé que no era un tipo muy interesante. Parecía muy humilde y tranquilo, pero las personas que lo rodearon son una historia completamente diferente. El documental comienza con su hijo Steve diciendo: "He querido contar esta historia durante todos estos años", lo que definitivamente genera intriga. La historia es simple, pero deja mucho espacio para más exploración y descubrimiento. Vemos brevemente la vida de Ross en la Fuerza Aérea y sus primeros años. Hay mucho pietaje de The Joy Of Painting y varios programas de entrevistas en los que apareció, que muestran entrevistas serias y divertidas. También vemos cómo la pasión y el don de Ross por la pintura se convirtieron en un negocio.

Lo que es interesante y genera intriga en este documental es cuando se revela que “más de una docena de personas que conocían y trabajaron con Bob se negaron a participar en esta película debido a preocupaciones de represalias legales”. Lo que sí aprendemos es que la brecha principal en la vida de Bob está en torno a los Kowalski. Steve, su hijo, vio la relación entre su padre y los Kowalski fracturarse y no tiene afecto ni respeto por ellos, en absoluto, diciendo que han ganado millones con la explotación de su nombre. Son conocidos por demandar, por lo que no es de extrañar que la gente se niegue a ser entrevistada. Para ser justos, los Kowalski no participaron en este documental, por lo que prácticamente todo lo cuentan personas que tienen una buena razón para odiarlos. En los créditos finales, los productores afirman que los Kowalski tenían una gran relación con Bob Ross y niegan las acusaciones. Sin embargo, las acusaciones son francamente despreciables. Cuando Ross pasó de ser una persona de acceso público a una marca global, trataron de recortar los productos, algo en lo que Ross luchó con ellos. Hacia el final de la vida de Ross, ahí es donde las cosas se complican.

Cuando Bob Ross fue diagnosticado con linfoma, sabía que no le quedaba mucho tiempo. Los Kowalski trataron en su lecho de muerte para que les firmara su imagen y semejanza para que pudieran seguir ganando dinero con él a través de Bob Ross Inc. Intentaron no solo mantener en secreto su muerte (solo 30 personas asistieron a su funeral porque nadie sabía que realmente había muerto), pero luego iniciaron un litigio contra cualquiera que posiblemente también pudiera beneficiarse de él, principalmente su hijo Steve. El propio Steve es un gran pintor, que Bob quería que continuara en el negocio familiar, pero Steve ni siquiera puede usar su propio apellido para su propio negocio, porque los Kowalski son dueños del nombre "Ross".

Si bien el documental detalla profundamente la terrible situación de los Kowalski y cómo estafaron a todos los que los rodeaban para obtener dinero extra, una parte significativa del documental está dedicada a los orígenes de Bob Ross, su familia y su impacto en todo el mundo. Hacia el final del documental, hay un hermoso montaje de innumerables personas que afirmaron que la "terapia de arte" de Ross hizo que no se suicidaran, superaran problemas y, en general, simplemente mejoró la vida de innumerables personas con su mera presencia. El mismo Ross probablemente no sabía cuán grande fue su impacto, pero definitivamente fue y sigue siendo impactante. Y ese es el tipo de "accidente feliz" que es hermoso de ver.

En general, este documental muestra que Bob Ross claramente amaba el arte, las personas, la naturaleza y la vida. Cuando el documental se centra en Steve hablando sobre sus recuerdos y la vida de su padre, es cuando este documental es más fuerte y hermoso. Por estas hermosas secciones, vale la pena verlo. Me alegra que su hijo Steve todavía pinte, enseñe pintura y que el espectáculo y las obras de arte de Bob todavía se las arreglen para inspirar y ayudar a las personas de hoy enseñándoles que son valiosas e importantes. Al final, Bob Ross: Happy Accidents, Betrayal And Greed te hará sonreír, llorar, enojar e incluso querer más a Bob Ross. Es un gran documental que saca a la luz el mal que estaba detrás de la cámara en ese estudio de Bob Ross y es uno de los más emocionales que he visto en mucho tiempo, contando un lado de la historia de Bob que nunca conocí. No solo se cuenta el drama de la vida de Bob de manera hermosa, sino que es acompañado de magníficas tomas de paisajes en referencia al tema de muchas de sus pinturas, y también se utilizan para ilustrar partes de una historia que no fueron documentadas visualmente, creando un verdadera y cautivadora experiencia de la verdad. Recomiendo ver esto si eres fanático de Bob Ross y/o del arte. 

Puntuación: 4 alcapurrias.

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