Friday, September 14, 2018

Review: The Predator



Mientras está en México en una misión, el francotirador del ejército Quinn McKenna (Boyd Holbrook) tiene un encuentro cercano con un Predator tras estrellarse su nave. Saqueando la escena del accidente, Quinn envía los artefactos espaciales a su P.O. Box en Texas, pero los artículos terminan en posesión de su hijo autista, Rory (Jacob Tremblay), que los estudia atentamente, aprendiendo cómo funcionan. Al ser arrestado y interrogado, Quinn se empareja con otros veteranos que no creen en su historia de un encuentro alienígena. Cuando el Predator escapa una base militar, Quinn se junta con Nebraska Williams (Trevante Rhodes), Coyle (Keegan-Michael Key), Baxley (Thomas Jane), Lynch (Alfie Allen) y Nettles (Augusto Aguilera) para atrapar y matar al alienígena. Uniéndose a la lucha está Casey Bracket (Olivia Munn), una científica específicamente entrenada para estudiar monstruos de otro mundo. Con su experiencia ayuda a los veteranos a identificar por qué el Predator ha venido a la Tierra.

La franquicia de Predator no es algo que los aficionados del cine recuerden con cariño, más bien es por la película original por sí misma. Por esa sola razón, no tenía muchas expectativas para esta última entrega, aparte del hecho de que Shane Black la escribió y dirigió. El es conocido por agregar una historia de amistad en sus películas, así que tenía curiosidad por ver qué haría aquí. Aunque no puedo decir que me divirtió mucho esta película, es una buena adición a la franquicia y los fanáticos del estilo de Shane Black probablemente disfrutarán de varios momentos. Personalmente, esta película no funcionó para mí como una película de Predator, más bien parece una película genérica de Shane Black.

La película tiene lugar después de los eventos de Predator 2. El personaje principal Quinn se va mano a mano con una criatura, pero puede escapar con artefactos de esta raza "recién descubierta". Siendo estos artefactos descubiertos por un niño llamado Rory, accidentalmente llama a la raza alienígena a la Tierra. A partir de ahí, como es de esperarse, se produce todo el caos. En términos de la acción que involucra la película, nunca encontré que se trajera algo nuevo. Claro, hay algunos momentos muy inteligentes en los que se utiliza el morbo, pero el Predator en sí es genérico como siempre. Dicho esto, hay algunos aspectos de la película que funcionaron en contra de esa noción. Nunca en mi vida pensé que vería una franquicia conocida por hombres llenos de testosterona y diría que la mejor parte de la película es un niño pequeño. Jacob Tremblay, junto con Boyd Holbrook son los que verdaderamente se destacan en términos de caracterización y actuaciones en general. Tristemente, aparte de Olivia Munn, el resto del elenco no tiene suficiente para hacer aquí. Durante toda la película se siente como si estuvieran presentes con el único propósito de proporcionar un alivio cómico, lo que me lleva a mi mayor queja sobre esta película.

Lamentablemente The Predator es más una comedia que una película de acción. Me reí bastante en varias ocasiones, pero esa fue la desventaja más grande de la película en retrospectiva. La franquicia de Predator ha sido conocida últimamente por tener acción cursi y diálogos poco serios, pero esta película fue una comedia por gran parte de su duración, con la acción tratando de parecer genuina y tratando de proporcionar algo. Este contraste no funcionó para mí y me encontré a mí mismo preguntandome que estaba viendo en múltiples ocasiones. La acción fue buena y la comedia fue divertida en ciertos momentos, pero esos dos elementos específicos parecían pertenecer a una película diferente.

En general, Shane Black ha dirigido una superproducción divertida, pero yo no la habría llamado The Predator. Si esta película hubiera reemplazado a los Predators con una raza alienígena diferente, creo que hubiera podido verla como una película de acción/comedia alienígena sólida de la mente creativa de Shane Black. En cambio, esta película es una adición muy confusa para esta franquicia, y como mencioné, no hubo nada nuevo para este universo. Desde la música (que es toda de la primera película) hasta la ejecución general de la acción, todo se sintió muy familiar. Al final, The Predator es más bien una divertida película de acción. Me divertí viendo esto por lo que era, pero el conjunto de los elementos antes mencionados no funcionó. Me decepcionó, pero aún así tuve una experiencia decente viéndola. Y como si fuera poco... el final da paso a otra secuela.

Puntuación: 2 alcapurrias y media mordida.

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