Saturday, April 21, 2018

Review: You Were Never Really Here



Joe (Joaquin Phoenix) es un hombre traumatizado por experiencias pasadas con el ejército y la fuerza policiaca, y ahora ha dedicado su vida a la recuperación de niñas víctimas del tráfico sexual, utilizando fuerza contundente para llevar a casa a los niñas secuestradas. Al borde del suicidio, Joe intenta poner cara de felicidad para su anciana madre (Judith Roberts), y se ocupa de sus necesidades en el hogar, pero un nuevo trabajo le llama la atención. Encargado de la recuperación de Nina (Ekaterina Samsonov), la hija adolescente del Senador Votto (Alex Manette), Joe ingresa al bajo mundo para traerla de vuelta a casa, empleando su enfoque y fuerza mortal para abrirse camino hasta encontrar su paradero. Sin embargo, el trabajo no funciona según lo planeado, lo que coloca a Joe en una difícil posición de confusión sobre qué hacer a continuación, y que solo aumenta la triste realidad que experimenta todos los días.

Visceral es la única palabra que me viene a la mente cuando terminé de ver esta película. Con un tiempo de duración de casi 1 hora y 30 minutos, es un thriller tenso y con capacidad para hacer que uno aguante la respiración por lo que parece una eternidad. Cuando la película termina, hay una sensación incómoda de alivio y la comprensión de que se ha visto algo en lo que se pensará durante días. Joe es un veterano de guerra severamente traumatizado que rastrea a niñas desaparecidas para ganarse la vida. Cuando lo conocemos por primera vez, él grita en silencio dentro de una bolsa de plástico y hay recuerdos de su pasado violento, de su tiempo en el ejército y de una infancia abusiva. El tema de la asfixia corre a lo largo de la película junto con la tortura mental que Joe está cargando.

Joaquin Phoenix ofrece una actuación casi silenciosa pero intensa, que es ensordecedora en su silencio. Aunque no se da mucha claridad sobre el pasado de Joe, hay suficientes flashbacks para entrar en su psique. A veces es gentil y atento pero en los momentos de violencia eso desaparece por completo. Su relación con su anciana madre es reconfortante y una luz entre su desesperación. Hay un tema extremadamente oscuro en esta película. El tema del abuso infantil está a la vanguardia y también se muestra el desorden de estrés postraumático. Es una experiencia visual incómoda e incierta que me dejó pensando en escenas y momentos mucho después de que los créditos rodaran.

El estilo de la directora Lynne Ramsay es una combinación de tomas cercanas y personales que luego se yuxtaponen contra tomas amplias y una sensación de vacío. También tiene cuidado de no hacer que la película se sienta explotadora. Cubriendo un material tan oscuro, un cineasta promedio pudo haber optado por el factor de shock, sin embargo, vemos la violencia de Joe desde la distancia o vemos las consecuencias. Lo mismo ocurre con la violencia contra las niñas, es implícita en lugar de mostrarla a la audiencia. Junto con la tremenda actuación y dirección está la música. Equilibrando todo junto a la psique de Joe, el deterioro a veces se siente como una cacofonía de ruido que Joe necesita ahogar para funcionar. Es un tour de force y no hay comparación con cualquier otra cosa que haya escuchado antes.

En general, es una experiencia incómoda y de ritmo sumamente lento para ver, ya que toma casi la mitad de la película para que arranque, pero mantiene a uno al borde del asiento una vez comienzan a ocurrir los eventos. A veces es tranquila y sin pretensiones y otras veces es temeraria e hiper violenta, es un fascinante estudio del carácter. Al final, You Were Never Really Here es el equivalente cinemático de un hematoma. Duele, sangra y deja una herida que durará días.

Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.

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