Friday, February 24, 2017

Review: Fences



Troy Maxson (Denzel Washington) se gana la vida como un trabajador de sanidad en los años 50 en Pittsburgh. Maxson una vez soñó con convertirse en un jugador de béisbol profesional, pero se le consideró demasiado viejo cuando las ligas mayores comenzaron a admitir a atletas negros. Amargado por su oportunidad perdida, Troy crea más tensión en su familia cuando troncha la oportunidad de su hijo para ser reclutado al fútbol americano universitario.

Basada en la obra ganadora del premio Pulitzer del mismo nombre, lo primero que deben entender acerca de Fences es que es una obra muy bien filmada y una película poderosa. Me encontré involucrado en la vida de un egoísta y casi despreciable, protagonista. Denzel Washington habita la profundidad de su carácter y se ajusta a él como un guante, pero es la interpretación de Viola Davis la que nos da cualquier aceptación, e incluso un mínimo de empatía, por su inmovilidad implacable. Su Rose es una grandiosa interpretación y una de las actuaciones más honestas puestas en la película.

Personalmente la veo como una película sobre un hombre que tiene prejuicios y que desde niño trata de dar sentido a un mundo en el que fue incapaz de conciliar su vida. En el esquema más grande de las cosas, él tiene un trabajo servil, pero tiene un trabajo. Él tiene una familia que trata como posesiones más que como personas y cuando su hijo lo acusa de no querer que supere a su padre en la vida, hay una validez a su demanda.

Como la mayoría de las familias, todo el mundo tiene demonios personales o secretos que tratan de suprimir o ocultar con la esperanza de conservar un sentido de normalidad. La película arroja luz sobre diversos temas como la dinámica familiar, las verdades personales y sobre todo el poder del perdón. Fences es una película sobre un hombre emocionalmente dañado que lucha con su pasado y al mismo tiempo trata de proveer para su familia. Sin embargo, a medida que nos adentramos en la historia de Troy Maxson, las emociones suprimidas y los secretos de la familia que una vez se ocultaron ahora salen a la luz y pone a prueba la dinámica de la familia Maxson.

La dirección, la cinematografía, la música y la sensación de la época, con la excepción de un principio un poco desigual, demuestran que Washington es un cineasta magistral. La dificultad de adaptar una obra escénica a la pantalla se supera casi con sólo unas pocas escenas que juegan y parecen como un escenario filmado.

Fences es una película que no es para todo el mundo. Aquellos que buscan acción y extravagancia, esta no es su película. Pero si les gusta ver buenos actores realizar un guión bien escrito, entonces serán cautivados por cada minuto de esta película.

Puntuación: 4 alcapurrias.

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