Wednesday, June 20, 2018

Review: Jurassic World: Fallen Kingdom



Tres años después de que el parque Jurassic World fuera atacado por dinosaurios, la ex empleada Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) se ha dedicado al Grupo de Protección de Dinosaurios, tratando de evitar más carnicería en la Isla Nublar. Compartiendo la preocupación se encuentra Eli Mills (Rafe Spall), que ayuda al multimillonario Sir Benjamin Lockwood (James Cromwell), el hombre responsable del descubrimiento inicial del ADN de dinosaurio junto con John Hammond. Eli quiere ofrecer a los dinosaurios restantes de la isla un santuario pacífico, pero necesita la ayuda de Claire para atrapar a las criaturas, en especial Blue, el último velociraptor. Trabajando en equipo con su ex novio, Owen Grady (Chris Pratt), el técnico de GPD Franklin Webb (Justice Smith) y la Dra. Zia Rodriguez (Daniella Pineda) regresan a Jurassic World, encontrando el volcán de Isla Nublar listo para hacer erupción. Con el tiempo escaso, el equipo se apresura a encontrar a Blue, encontrando una variedad de criaturas en pánico, gracias a la lava del volcán, y se dan cuenta de los planes que Eli tiene para los dinosaurios rescatados.

La premisa básica y la trama de la película son bastante simples: Isla Nublar, la isla del parque temático que quedó abandonada en Jurassic World, se enfrenta a una crisis existencial. Un volcán está a punto de estallar, amenazando con llevar consigo a los dinosaurios que libremente están por toda la isla. Claire Dearing, ahora activista de los derechos de los dinosaurios, convence al ex entrenador de dinosaurios Owen Grady para que regrese a Isla Nublar y rescate los dinosaurios que pueda, incluyendo (y especialmente) el velociraptor Blue. En poco tiempo, se encuentran no solo en medio de una operación de rescate, sino con una empresa totalmente sombría y cínica. No suena particularmente revolucionario, pero lo que funciona refrescantemente bien es cómo Fallen Kingdom aborda las serias cuestiones morales planteadas por la premisa de toda la franquicia de Jurassic Park. Qué sucede cuando los seres humanos quieren jugar a ser Dios y regresan los dinosaurios a la vida? Hasta dónde podemos llevar este poder para manipular el destino genético? Y los seres humanos tienen el deber ético de preservar y proteger una especie que, según todas las leyes de la naturaleza, ni siquiera debería existir?

Fallen Kingdom no solo coquetea con estas preguntas, como lo hicieron sus predecesoras, sino que las coloca directamente en primer plano, sin importar cuán incómodo pueda ser para los personajes de la película o para nosotros como audiencia. A lo largo de la película, continuamente nos pide que reflexionemos sobre cuestiones de complicidad y responsabilidad en un mundo complejo. Impulsa la idea original detrás de Jurassic Park junto con una nueva habilidad para resucitar literalmente el pasado, su conclusión lógica, y pregunta una y otra vez qué sucede cuando las cosas que los humanos crean adquieren vida propia. Hay más en la historia que es mejor que lo descubrán, pero eso es todo lo que necesitan saber sobre la trama. Lo que sigue es un primer acto lleno de acción seguido de una mitad tonta y un final que es un poco oscuro y loco.

Ha cambiado algo desde la última película? No mucho, pero contiene algunas decisiones que mas o menos fortalecen la franquicia y el futuro de sus personajes. Claire en particular, evoluciona. Una vez la gerente del parque, ahora es una activista ruda que se atreve a luchar por lo que ella cree que es correcto y ya no está tratando de escapar de los dinosaurios en tacones. Chris Pratt repite su papel gracioso como Owen. Lo verdaderamente espectacular son los visuales y los dinosaurios, nunca se han visto mejor. Desde el tremendo montaje de apertura subacuático, Blue, y el nuevo y feroz híbrido de la película llamado Indoraptor, Jurassic World: Fallen Kingdom está en su mejor momento cuando hay un dinosaurio en pantalla. A eso añadanle una escena asombrosa y digna de mencionar donde un Brachiosaurus intenta escapar mientras la isla implosiona. Es el momento más memorable de la película. Además, hay un gran cameo de Jeff Goldblum, que además de aparecer en la cinta para la celebración del 25 aniversario, agrega un poco de nostalgia a la franquicia y una visión de lo que está por suceder.

Por mucho que haya caos, acción y diversión, la película carece de peso para destacarse en la franquicia. Hace algunas elecciones narrativas que parecen estúpidas incluso en papel, y mucho más en la pantalla. Eso es un poco decepcionante para cualquiera que esté esperando un digno homenaje a la original. Habiendo dicho eso, la introducción de un nuevo personaje, junto con un desarrollo en la trama, sugiere un potencial giro en la franquicia. En general, para un éxito de taquilla de verano es sorprendentemente reflexiva al examinar el estado de los humanos y los dinosaurios. La segunda mitad no está a la altura de la promesa de la primera mitad y termina completamente de manera loca recalibrando la relación entre humanos y dinosaurios. Al final, Jurassic World: Fallen Kingdom no es para nada extraordinaria, pero es una película que vale la pena ver por sus maravillosos efectos visuales. No está de ninguna manera cerca de la película original de 1993, pero es mucho mejor que otras en la franquicia.

Puntuación: 3 alcapurrias.

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