Review: Love

Murphy (Karl Glusman) y su ex novia Electra (Aomi Muyock) llevaban dos años de relación hasta que Murphy duerme con otra mujer, Omi (Klara Kristin), y como resultado de la infidelidad Omi queda embarazada. Este embarazo no deseado puso fin a la relación entre Murphy y Electra en una nota sumamente triste. Una mañana, la madre de Electra llama Murphy para preguntarle si ha sabido algo de ella ya que no sabe de su paradero hacen dos meses, y sabiendo de las tendencias suicidas de su hija, está realmente preocupada. Después de la llamada y a través del transcurso del día, Murphy recuerda su pasado con Electra, lleno de abuso de drogas, sexo y momentos románticos.

Esta es la historia de dos amantes, la forma en que se encuentran, como se desarrolla su romance, como aprenden acerca de sus deseos y sus relaciones pasadas. Para ellos el sexo es una droga, y son adictos. Mientras tanto vemos como su relación evoluciona, florece y sufre. La película está ambientada en Paris y no se mueve cronológicamente a través de los recuerdos de Murphy y su relación con Electra. Las escenas se encadenan como fotografías desordenadas mientras hacen referencia a otra memoria. La película está contada desde el punto de vista de Murphy, y sin embargo, él no es un personaje completamente agradable, mostrando enormes celos y hipocresía. Electra es misteriosa al principio, pero luego aprendemos mas de ella a medida que van pasando los recuerdos de Murphy.

Esta es una película visualmente hermosa. La iluminación es oscura, pero expresiva, el cuadre de las escenas es exquisito y los cortes de escenas son como un abrir y cerrar de ojos. La escena de apertura es atrevida y extremadamente erótica, pero al mismo tiempo es tierna e íntima. Hay un MONTÓN de sexo en esta película, pero no es gratuito. Cada escena de sexo es diferente y retrata los deseos y estados de ánimo de los personajes involucrados. Esta película es sobre el amor y el sexo, como influyen entre sí y cómo pueden destruirse mutuamente.

Love toma el melodrama y lo lleva a un nuevo nivel erótico con secuencias un poco pornográficas. Además, hay un sentido de humor que atraviesa la película y se expresa en varios chistes sobre su director Gaspar Noé y en una escena particularmente impactante se presenta el uso del 3D. Es una película sobre el amor en su forma más pura, sobre el amor como la experiencia más gratificante y a la vez como nos tortura. Y, por supuesto, sobre la pérdida también. No es una película para todo el mundo, sin embargo, es una película que debe ser vista.

Puntuación: 3 alcapurrias y media mordida.