Thursday, February 23, 2023

Review: Venus


Lucía (Ester Expósito) es una bailarina que quiere dejar atrás su trabajo en una discoteca pero le resulta difícil hacerlo ya que el club está dirigido por organizadores y gente del crimen. Una noche, Lucía se escapa a mitad de su turno a una de las oficinas para robar una bolsa llena de drogas de éxtasis de sus jefes corruptos, pero la jugada no sale como ella planeó. La atrapan y apenas escapa con su vida y las drogas. Basada en su conocimiento de las personas con las que trabaja, a Lucía le preocupa que, si regresa a su casa, el jefe y sus secuaces la encontrarán y, si la atrapan, la matarán. Así que busca refugio con su hermana mayor Rocío (Ángela Cremonte), de la que está distanciada, y su sobrina Alba (Inés Fernández) en el Edificio Venus, ubicado en las afueras de Madrid. Lucía siente que algo anda mal, ya que su hermana y el edificio en el que vive tienen sus propios secretos. Cosas extrañas comienzan a suceder una vez que llega un eclipse solar inesperado y Lucía tendrá que dar un paso al frente y proteger a su sobrina contra horribles fuerzas cósmicas y los crueles mafiosos que la persiguen.

Aunque Cannibal Holocaust (1980) fue la película que conmocionó y horrorizó por completo al mundo del terror al "introducir" el subgénero del pietaje encontrado, fueron The Blair Witch Project (1999) y REC (2007) las que trasladaron este género a un panorama más amplio. Esta última, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, provocó importantes movimientos en los mercados de terror internacionales y muchos cineastas quisieron hacer su propia versión de la película. Desde REC, Jaume Balagueró y Paco Plaza siguieron trabajando en otros proyectos, adoptando diferentes estilos, e incluso en otros géneros. Entonces, llegó la pandemia. Todos quedaron atrapados dentro de sus casas. El mundo exterior se estaba volviendo más oscuro cada minuto. Y ahí fue cuando Balagueró empezó a tramar las cosas. Este aislamiento le recordó la película que inició su carrera, lo que lo motivó a inventar una película que recordara a REC mientras agregaba elementos del horror cósmico Lovecraftiano.

Con la ayuda del productor Álex de la Iglesia, Balagueró dirige Venus, una actualización moderna del cuento corto The Dreams In The Witch House de H.P. Lovecraft, con elementos de acción y terror y una subtrama criminal adjunta a la historia. Si, todo puede parecer un desastre. Y en realidad es bastante desordenada. Sin embargo, en su mayor parte, Balagueró encuentra una manera de asustar y entretener, creando un viaje muy violento y lleno de sangre.

En esencia, Venus es una historia sobre la pérdida, la locura y la búsqueda de una vida mejor. Esa historia se pierde un poco en medio de toda la sangre que corre, los horrores Lovecraftianos y la mitología de la Reina de los Dolores o Perséfone. Como mencioné anteriormente, la película es un poco desordenada, ya que quiere mezclar varios subgéneros. Parte, si no la mayoría, de la historia de Venus tiene sentido, a pesar de su desorden narrativo. Necesita un poco tiempo para ponerse en marcha, y se pueden ver algunos giros desde el principio, pero es un vistazo bastante entretenido.

En papel, Venus no debería funcionar, ya que la combinación de géneros como el crimen, el humor negro y el terror cósmico es bastante difícil de manejar. Aún así, a pesar de que la estructura de la historia de la película está evidentemente fracturada, Balagueró encuentra una manera de divertir a través de algunos momentos sangrientos y empapados de sangre (presentados tanto en CGI como en efectos prácticos) y secuencias de alta intensidad. Aunque la película ofrece constantemente elementos de terror, Balagueró se centra en la situación de Lucía con los jefes del crimen, apoyándose en los clichés de las películas de crimen y la sensación de sentirse continuamente perseguida. Debido a que ese es el enfoque principal, los componentes de terror cósmico se desarrollan lentamente en el fondo hasta que llega el último acto. El problema con tal dinámica es que la narrativa de la película siempre está incrustada en el presente, lo que deja poco espacio para una historia de fondo y el desarrollo, principalmente de la relación fraternal entre Lucía y Rocío. Esto provoca que los emotivos momentos entre ellas tengan poco impacto. Al menos, las escenas en las que Lucía se une a su sobrina compensan de alguna manera esos momentos perdidos y desperdiciados.

En el departamento de actuación, Ester Expósito y Inés Fernández ofrecen actuaciones sólidas y tienen una gran química que hace el trabajo pesado en las escenas más débiles de la película. Entre las dos, Expósito es la protagonista y brilla en todo momento, mostrando su talento como imán en la pantalla y heroína en ese gran final que induce a la ansiedad. Sin duda, las partes que la mayoría de la gente recordará más son las secuencias de alta tensión de la película en lugar de los escalofríos de terror, debido a una sensación claustrofóbica. Puede que Balagueró no tenga el control total de la narrativa de Venus, pero hace un gran trabajo en las escenas de acción y terror de la película.

En general, la película tiene mucho en su plato. Puede tener éxito en algo, pero no lo logra todo. Su primera mitad se siente emocionante, y aterrizamos en medio de una excelente combinación de drama, suspenso y estudio de personajes, pero los hilos nunca se unen perfectamente. Una conclusión forzada con el mito de la reencarnación de la aterradora figura demoníaca Lamashtu debilita la premisa intrigante, y una sobreabundancia de música cursi suaviza los golpes emocionales. Aún así, está llena de sangre y vísceras, tiene secuencias intensas e inquietantes y hay una pizca de horror cósmico en todas partes. Al final, Venus logra asustar, disgustar y al mismo tiempo entretener al espectador. A pesar de algunos momentos lentos y una caracterización general bastante superficial de los personajes, la película es atractiva y muy agradable si buscan diversión llena de adrenalina y sangre. 

Puntuación: 3 alcapurrias.

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