Saturday, April 1, 2017

Review: Get Out



Chris (Daniel Kaluuya) es un joven afroamericano que visita la apartada casa del lago de la familia de su novia blanca, Rose (Allison Williams). Al principio, Chris se sorprende del gran carácter servicial de sus suegros, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford), y hace lo mejor para sonreír con la incomodidad causada por encontrarse con una familia blanca. Pero a medida que avanza el fin de semana, una serie de inquietantes descubrimientos lo llevan a conocer una realidad que nunca habría imaginado y se le pedirá que se adapte a la familia y a la blancura de su novia de una manera que será inimaginablemente y horriblemente terrible.

Primero que nada, Get Out toma la premisa inicial de Guess Who's Coming To Dinner (1967) y luego la une con The Stepford Wives (1972) para crear una crítica convincente y reflexiva del poder blanco. Un hombre negro se reúne con la familia de su novia blanca por primera vez y se encuentra envuelto en una situación en la sospecha de cada otra persona negra que conoce. Chris es un hombre negro, un detalle crucial para la trama de toda la película. Su novia Rose es blanca, y se van a conocer a sus ricos padres blancos en medio de la nada y para colmo no tienen idea del color de su piel. Sus padres lo tratan muy bien, pero compensan un poco para no parecer racistas. También hay una reunión social de amigos de la familia, todos blancos y de edad avanzada o adulta, los cuales todos son obviamente racistas de la manera típica. Son muy receptivos y agradables de él, y sin embargo las preguntas que hacen destacando el color de su piel lo hacen sentirse cada vez más incómodo.

Poniendo el debate racial a un lado, Get Out es, sin duda, una pieza sólida de cine. Su historia es bastante simple en su ejecución. Nos reunimos con Chris y Rose, viajan a la casa de sus padres, Chris empieza a sentirse incómodo, los invitados a la fiesta llegan y las cosas se ponen más incómodas hasta el punto en que Chris quiere irse, y luego hay un pequeño giro y unas revelaciones que conducen directamente al tercer acto de la película. En el momento en que los créditos comienzan, uno se da cuenta de lo convencional que es la historia de Get Out. Aparte del tema racial, sigue la misma linea de muchos thrillers, y no tiene demasiadas sorpresas, pero lo ejecuta todo tan bien que ni siquiera importa. Como dicen, todo está en los detalles, y el director Jordan Peele, obviamente, ha puesto mucho trabajo en esos pequeños detalles. Casi no hay un tema de relleno en esta película en lo absoluto, y cada pequeña cosa es importante de una manera u otra.

Uniendo esto, la película tiene una cinematografía muy buena que se utiliza para proveer un gran efecto. La película también es realmente muy divertida a veces. Las escenas con todos los invitados de la fiesta son, obviamente, de índole satírico, convirtiendo lo que podría ser conversación completamente normal en algo simultáneamente incómodo. La gran fuente de risas se presenta en la forma del guardia de seguridad Rod (LilRel Howery), el mejor amigo de Chris, que básicamente equivale a un alivio cómico durante la película. Sin embargo, Get Out nunca es una comedia. Sus momentos humorísticos se utilizan para aumentar la inquietud de toda la situación más que nada, ofreciendo breves respiros de la incomodidad que se presenta. Junto con eso, las actuaciones de parte de todo el elenco es espectacular.

En fin, Get Out es una película sólida en casi todos los aspectos. Está llena de diminutos detalles que mejoran la experiencia visual y crea una atmósfera incomparablemente difícil de digerir. Realmente me puso un poco ansioso en algunas ocaciones. No es una película de dar brincos cada diez minutos y no es un festival de sangre, pero es sin lugar a dudas una película de terror en el sentido más cerebral. Su aspecto y temática racial es su salvación, demostrando que un concepto genial vale la pena ser explorado.

Puntuación: 4 alcapurrias y media mordida.

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