Sunday, March 10, 2019

Review: The Photographer Of Mauthausen


En el campamento austriaco de Mauthausen, en la primera mitad de la década de 1940, miles de españoles fueron encarcelados, destinados a morir por condiciones higiénicas o laborales. Por su habilidad como fotógrafo, el prisionero catalán Francisco Boix (Mario Casas) es utilizado por los nazis en el servicio de identificación, beneficiandose de un trato ligeramente mejor que sus compañeros y tiene acceso especialmente a un vasto archivo fotográfico que atestigua las atrocidades del Tercer Reich. Con la ayuda de otros prisioneros y con el acercamiento de la derrota de la Alemania Nazi, Boix pone en marcha el sagaz plan de robar los negativos de estas fotografías, para que el mundo entero conozca los eventos dentro de Mauthausen y de los otros campos de concentración.

Basada en hechos reales y ubicada en el corazón de la Alemania nazi, The Photographer Of Mauthausen es un viaje brutal y metódico a través de los horrores del holocausto de Mauthausen. La película sigue las hazañas del español Francisco Boix en el campo de concentración austriaco. Esta película de 1 hora y 50 minutos es impactante y está bien escrita en dosis iguales. Cuenta la historia de un grupo de prisioneros internados en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando los prisioneros se enteran de que los nazis han perdido la batalla de Stalingrad y podrían estar a punto de perder la guerra, se dan cuenta de que deben encontrar una forma de proteger toda la evidencia fotográfica posible de lo sucedido en el campamento antes de que sus captores puedan destruirlo para siempre.

La cineasta española Mar Targarona ha creado un drama que maneja el tema del holocausto respetuosamente sin diluir la realidad de las condiciones opresivas y terribles que vivieron los presos. La cámara nunca se aparta cuando muestra algo desagradable, y se mantiene en la cara de los prisioneros y guardias el tiempo suficiente para mostrarnos cómo los eventos están afectando a todos los personajes. La película no solo documenta las realidades de la vida en el campamento, sino que también lo hace de una manera que evoca una verdad más amplia sobre la condición humana. Hay un gran diálogo casi al principio que resume la tesis de la película.  Al hablar sobre el uso de la luz en la fotografía con su supervisor nazi y fotógrafo del campamento Ricken, le dice: "la realidad no existe y que todo depende del punto de vista con el que se enfoque", un comentario sobre el papel del arte y la propaganda.

A medida que avanza la historia, vemos el ingenio que se requiere para llevar a cabo la tarea de proteger los negativos de las fotos y el nivel de riesgo que los prisioneros están dispuestos a tolerar para que la misión tenga éxito. Hay una secuencia particularmente memorable en la que tienen que realizar un espectáculo para poner el plan en marcha. Las escenas de canto y baile se unen con un acto de barbarie calculado por uno de los guardias. Esta secuencia realmente efectiva da una gran idea tanto de lo que está en juego como los riesgos que tomarán los prisioneros para proteger el legado de Mauthausen. Si bien nunca va a destronar a Schindler's List como la película cumbre de este género, la película está realmente bien escrita, aunque el elenco de reparto no siempre brilla tanto como debería. Afortunadamente, Mario Casas hace un excelente trabajo en su papel de Francisco Boix y, junto con los soldados alemanes que son una presencia amenazante y desconcertante a lo largo de la película, sin duda hacen bien en elevar la trama.

En general, vivimos en la era del selfie. Todos llevamos cámaras en todo momento y cada oportunidad concebible se documenta, se comparte y se analiza. Es fácil olvidar que hubo una época en la que los momentos de interés e importancia histórica no solo se podían descartar, sino también destruir deliberadamente. La película es un drama tenso y bien organizado que sirve como un recordatorio oportuno de la importancia de capturar y preservar la verdad. En una época en la que las imágenes se filtran, se manipulan y luego se usan descaradamente para proyectar nuestras marcas personales o para dar mensajes de ciertas verdades políticas, aquí vemos y tenemos un aviso al que debemos prestar mucha atención. Al final, The Photographer Of Mauthausen es un drama histórico angustioso y, a veces, increíblemente impactante. Si bien las atrocidades que sufrieron las víctimas del holocausto ya están bien documentadas, todavía es incómodo y difícil de ver todos estos años después. La película es un recordatorio de que nunca debemos olvidar este horrible y atroz fragmento de la historia humana.

Puntuación: 4 alcapurrias.

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